martes, 27 de diciembre de 2011

TERAPIAS… ALTERNATIVAS

            La verdad que hoy les queríamos hablar de tres cosas diferentes.

             Por un lado, queríamos explicarles qué es el modelo Milton – Friedman en Economía. Este “modelo” es el que están siguiendo nuestros dirigentes políticos en Europa y nos gustaría abrir un debate sobre él. Por la que nos va a caer en los próximos meses (dos semestres de decremento de PIB, según el nuevo ministro de economía, D. Luis de Guindos, tienen unas implicaciones en la vida diaria que es necesario descubrir y analizar).

            Por otro lado, vinculado con la idea anterior, nos hubiese gustado comentar las diferencias entre el inversor inteligente y el especulador. Qué hacen los que realmente ganan dinero ahorrando y los que no. Y que ahorrar es un juego de suma cero: si gano dinero es por que otro lo pierde.

            La tercera idea es el problema de las percepciones. Y es de la única que vamos a hablar. Algunos autores rezan que “todo es percepción”. Otros nos cuentan que “cuando las puertas de la percepción están abiertas, se ven las cosas como realmente son: infinitas “(Oscar Wilde – Aldoux Husley).  La percepción es un campo de la psicología, amplio, y de una dificultad considerable. Una escuela de estudiantes de la percepción dio lugar a la Gestalt, la psicología de la forma… y sus derivaciones menos científicas como la Terapia Gestalt de Fristz Perls o, una vuelta de tuerca más, la Programación Neurolingüística.

            La percepción nos juega malas pasadas, demasiado malas. El cerebro humano comete errores cognitivos constantemente. La mente evolucionó en un ambiente en el que las presiones de selección eran diferentes a las que nos encontramos en el día de hoy. Entre las pasadas que nos juega la mente podemos encontrar:

·         Ilusiones de atención. Creemos que prestamos atención a más cosas de las que realmente percibimos. Sin embargo, no vemos ni oímos las cosas inesperadas.           
·         Ilusiones de Memoria. Pensamos que recordamos perfectamente las cosas que vemos, lo que nos pasa. Y va a ser que no. Resulta que los recuerdos están matizados por la emoción. Y resulta que recordamos lo que pensamos que recordamos.
·         Ilusiones de Confianza. Sobrevaloramos nuestras habilidades. Nos pensamos mejores de lo que realmente somos. No usamos ningún criterio, baremo o estándar  con el que comparar nuestra actuación. Y eso nos lleva a creernos más competentes de lo que realmente somos.
·         Ilusiones de Conocimiento. También sobrevaloramos nuestros conocimientos. Creemos que sabemos más de lo que realmente dominamos. Y también pretendemos que nuestras decisiones sean más que correctas, sino las adecuadas o las mejores comparadas con las de los demás. 
·         Ilusiones de causa – efecto. Este sesgo tiene dos patas. Por un lado, tenemos las correlaciones: que dos acontecimientos ocurran juntos no significa que una cause a la otra. La segunda pata, es que un hecho que precede a otro no significa que lo cause. Por ejemplo, que nos pongan agujitas en una oreja y mejore nuestro dolor de espalda, no significa que las agujitas “curen”.
·         Ilusiones de potencial. Creemos que nuestro cerebro aprende muchas más cosas de las que realmente aprende. Y que ese aprendizaje es fácil. Pues lo sentimos. No es así., Escuchar  música barroca no nos hace más listos. Para mejorar hay que esforzarse. Para mejorar es necesario la práctica esforzada y consciente.

            Todo esto viene porque el Ministerio de Sanidad nos ha dejado la siguiente afirmación en un informe sobre terapias alternativas: “Pocas terapias naturales han demostrado su eficacia en situaciones clínicas concretas mediante la aplicación de métodos científicos. Sin embargo, esta ausencia de demostración de su eficacia no debe ser considerada como sinónimo de ineficacia” y después nos dicen que “muchos pacientes refieren cierto grado de satisfacción”.

            Y en estos casos es cuando los miembros de Prossem nos ponemos a temblar. Si el Ministerio de Sanidad dice que, ya que los pacientes relatan mejoría, no podemos decir que estos tratamientos son ineficaces. O son eficaces o no lo son. Y que, a estas alturas de la historia, se niegue el efecto placebo, da más miedo todavía.

            El principal problema de las terapias alternativas es que no existen experimentos que demuestren que son eficaces. No nos cansaremos de repetirlo: la única manera de saber si una cosa causa otra es haciendo experimentos. En los experimentos se toma una variable, a la que se llama dependiente, y se le dan unos valores. Cada uno de esos valores será un grupo experimental. Y se miden sus efectos sobre una variable que se llama independiente. El resto de variables se controlan mediante el diseño experimental – por ejemplo, en un experimento de doble ciego, ni el que aplica las pruebas ni las persona que es sujeto experimental conocen los objetivos del experimento – para que los resultados no sean debidos al azar. Y la manera de controlar el azar es asignando a cada condición experimental las personas que participan en el experimento de manera aleatoria. A suertes, como se dice en los pueblos. Y nos tememos que ninguno de los experimentos sobre la eficacia de la acupuntura o la homeopatía cumplen con este requisito.

            Con lo que si cumplen es con la cantidad de sesgos mentales que hemos expuesto unas líneas arriba. Pero especialmente dos: la ilusión de causa-efecto y la ilusión de potencial humano. Cada uno sabrá. Les proponemos un ejercicio. En el artículo de “El País” que les hemos presentado, ¿dónde se encuentran cada uno de los sesgos mentales – los seis – de los que hemos hablado?-,

            Otra cosa. Lo mejor son los precios. Evaluación: 140 Euros. Tratamiento: desde 40 Euros a 80 Euros. Sinceramente, deberíamos investigar si las personas mejoran para no volver a pagar estas cantidades.

            En Prossem cada día repetimos que las herramientas que tenemos para mejorar, mental y físicamente, son más básicas y más fáciles: Formación de calidad, pensamiento crítico y ciencia.  Y ya volveremos la semana que viene a ver cómo la psicología puede ayudarnos a mejorar las finanzas. 


martes, 20 de diciembre de 2011

FORMACIÓN CON PROSSEM PSICOLOGÍA Y FINANZAS

      Como empresa de servicios psicológicos aplicados a diferentes áreas de la vida, en Prossem creemos que la formación es una de las herramientas básicas de las que nos podemos servir para ganar en calidad de vida o  en eficacia personal. Por ello, hemos preparado una serie de acciones formativas. Todas ellas tienen en común lo siguiente:
·         Se basan en el aprendizaje activo, es decir, en desarrollar la capacidad de comprender la nueva información que se presenta y usarla en la toma de decisiones y en la solución de problemas presentes y futuros.
·         Se basan en la metodología de “aprender haciendo”. Las actividades formativas son prácticas, donde la teoría queda en un segundo plano. Se trata de hacer cosas para poder trasladar lo aprendido a nuestra vida diaria.
·         Se basan en los conocimientos científicos más avanzados. Trabajamos sobre lo que la ciencia nos dice. Uno de nuestros objetivos es que las personas usen las reglas y el conocimiento científico para la resolución de problemas.
·         Se basan en el pensamiento crítico: pretendemos que las personas sean capaces de ver las fortalezas y debilidades de las soluciones que se aportan, las conclusiones que les ofrecemos o las diferentes maneras de acercarse a los problemas y que ellas decidan cuál es la mejor para sus vidas.

      Para el año 2012 que vamos a comenzar, los criterios para seleccionar las acciones formativas que ofrecemos han sido los siguientes:
1.      Seguir luchando contra la crisis. Desde 2008 uno de nuestros objetivos es ayudar a las personas a salir de la crisis. Por ello, hacemos especial hincapié en los conocimientos financieros.
2.      Seguir luchando contra los efectos de la crisis. Los estados emocionales gobiernan el mundo. Tanto tiempo de malas noticias, de no mejora de la situación, pueden minar nuestra voluntad y debilitar nuestra mente. No queremos que la crisis haga en las personas un “efecto poso”, que vaya dejando poco a poco sus sedimentos hasta que, con el paso del tiempo, haya cambiado a la persona completamente.
3.      Aportar valor a las personas. Compartimos conocimiento y estrategias, no solo financieras y psicológicas. También físicas, como nutrición y deporte; relacionales, como habilidades sociales o comunicación, o profesionales, como negociación y ventas. O la promoción del uso de psicología como herramienta de trabajo para aquellos profesionales de la ayuda y el acompañamiento (coaches).

Por todo lo anterior, los cursos que ofrecemos para 2012 son:

-       Entiéndete con las finanzas: Pretendemos familiarizar a los asistentes con conocimientos y herramientas básicos para el ahorro y la inversión, sin caer en la ilusión de conocimiento. El curso se enfoca en concienciación para el ahorro, métodos de ahorro y gestión de dinero, nos previene de errores mentales que cometemos y que son la causa de demasiados problemas financieros y nos introduce en cómo funciona lo que podemos contratar en un banco.
-       Control de las emociones. En un mundo tan convulso, gestionar o controlar la respuesta emocional es un imperativo: es obligatorio. Más si cabe cuando la ciencia ha demostrado que podemos tener una mayor sensación subjetiva de felicidad, que el optimismo inteligente es una actitud que alarga la vida y puede aprenderse, que nuestro estado emocional depende de la cantidad de cosas buenas o malas y no de la calidad de las experiencias y que, ante todo, somos seres emocionales.
-       Gestión del Estrés. Una emoción que requiere especial atención es el estrés, la ansiedad. No ya sólo por estar de moda, sino por las consecuencias neurológicas y para el resto del organismo que tiene. El estrés es causa de un decremento del hipotálamo o de infartos, y mentalmente, llena nuestra conciencia y nos lleva a cometer errores. Y es fácil de gestionar.
-       ¿Cómo puedo mejorar mi vida? Es un curso de autoevaluación, de conocimiento propio y de planificación personal. Apto para personas abiertas al cambio, que quieren dotar de sentido su existencia y buscar motivaciones nuevas.

            Dentro de los cursos de mejora de habilidades, Prossem ofrece las siguientes alternativas:
-         Practitioner en PNL. El practitioner es un conjunto de técnicas y habilidades orientadas a mejorar la relación con los demás y con nosotros mismos. Desde la comunicación a la motivación, técnicas para reducir el malestar o para incrementar el bienestar. Supone una oportunidad única para el desarrollo personal y profesional.
-         Habilidades Sociales: Es un curso pensado para evaluar y mejorar, mediante la práctica, comportamientos sociales, como el mantenimiento de conversaciones, la asertividad en su doble vertiente – saber decir que no y saber pedir las cosas – o incluso trabajar situaciones como una entrevista de trabajo o la consecución de citas para vender.
-         Comunicación: Es imposible no comunicarse. Y el resultado de toda comunicación es lo que la otra persona entiende. Por eso, ganar en comprensión y en eficacia en la comunicación es una de las herramientas más potentes a día de hoy. Más cuando existe tanta y tanta información disponible.
-         En habilidades profesionales resaltamos dos proyectos. Uno de ellos es Técnicas de Negociación. ¿Estás cansado del ganar – ganar? Nosotros sí. En toda negociación, la sensación psicológica es la de haber cedido ante el otro más de lo que nos hubiera gustado, ¡aunque hayamos ganado! Por ello ofrecemos un punto de vista diferente en la negociación, basado en solucionar problemas y no en ganar, perder o empatar. Para esos resultados, ya está el fútbol.
-         Vender es una de las actividades fundamentales de la economía. Un comercial puede ganar mucho dinero. Y una empresa, si no vende, se va a la quiebra. Por ello, ventas con PNL trata de dotar a las personas interesadas en el mundo comercial de herramientas eficaces en el proceso de venta, aunque sea vender nuestro currículum en una entrevista de trabajo.
-         Prossem tiene un compromiso con la salud. Por ello, pone a disposición de todo el mundo formación en nutrición y ejercicio físico. De la mano de un profesional de la salud, entrenador de equipos deportivos, profesor de Educación Física, doctor en nutrición y dietética y ex preparador de la selección nacional de balonmano.
-         En el deporte, la capacidad mental es un porcentaje importante para el éxito. Por ello, ofrecemos preparación mental para deportistas. Mens sana in corpore sano. Es un tópico. Pero la inversa también es verdad. Cuerpo sano con una mente sana.
-         Por último, dada nuestra potente base psicológica, ofrecemos un curso de psicología para profesionales de la ayuda. Coachs, terapeutas… tienen a su disposición un conjunto de conocimientos psicológicos prácticos y utilizables, que les permitan tomar decisiones bien fundamentadas.

            PROSSEM PSICOLOGIA Y FINANZAS está a su disposición. Si quiere cambiar su vida, cambie su mente. Vamos juntos, de su mano.   

martes, 29 de noviembre de 2011

CRISIS DE CONFIANZA

             En España hemos celebrado elecciones. Y nos da absolutamente igual que ganen unos u otros en las noches electorales, qué curioso, ninguno pierde: el que sale elegido, porque sale y el que no, porque el descalabro es menor de lo que decían las encuestas.

            A nosotros no da lo mismo. Y es así porque el gobierno, los curas, nuestros padres, jefes o el sistema nos sirve para escaparnos y  cargar nuestras responsabilidades sobre cualquier excusa.

            No. Nuestra vida la determina cada una de nuestras decisiones. Tal y como demuestran los trabajos de Dan Ariely, la decisión que tomamos hoy, nos obliga a ser congruente con ella en el futuro e influye en la dirección de las decisiones que tomaremos mañana.

            Sin embargo, es curioso. Pensamos que el resultado de las últimas elecciones va a cambiar algo. Creemos que la crisis va a ser menos crisis con el gobierno que gane. Y nos tememos que no. A lo largo de estos meses pasados, lo único que han demostrado los gobernantes es una incapacidad desconcertante para solucionar problemas y una capacidad inmensa para crearlos o retrasar soluciones.

            Las soluciones a la crisis, lo hemos dicho en este blog con anterioridad, empieza con uno mismo. Mientras sigamos pensando que lo sabemos todo, que no tenemos limitaciones, que eso del pensamiento riguroso es para los títulos de los libros de los universitarios, mientras nos creamos dioses omnisapientes, nos seguirán cayendo palos.

            El cambio empieza en uno mismo. No podemos salir de la crisis económica si no comprendemos cómo funciona eso llamado economía. Y aún sabiendo qué es eso de las finanzas no estaríamos inmunizados. Es necesaria la disciplina del ahorro y de la creación de capital, de no gastar hoy para tenerlo mañana. Hace falta la valentía de estar por encima de las opiniones que siempre hemos dado por válidas, porque lo dicen nuestros padres o nuestros mayores. El Monopoly no es una manera de inversión. Es un juego. Lo sentimos. Cuando se juega se puede perder. Y los mercados, ese ser maligno que está presionando a España o a Italia, funcionan mediante suma cero: para que uno gane, otro (que suele ser más de uno), tiene que perder.

            El cambio empieza por entender que esta crisis nació como una crisis de confianza. Pues bien, hablemos de confianza.

            El cerebro del ser humano evolucionó en grupos pequeños en los que se conocían todos los miembros. La confianza en otro era fundamental como indicio de la capacidad y los conocimientos de los demás. Sin embargo, hoy día vivimos en panales, en colmenas, y no conocemos a la persona que está en frente. Sin embargo, los mecanismos psicológicos son los mismos. ¿Cómo influye eso? La confianza tiene tres aspectos.

1.- Aspecto Cognitivo – Mental: La persona confía porque tiene certezas.  Se desconfía porque hay vulnerabilidad, porque no se cumple con lo dicho. Por tanto, la confianza depende de la probabilidad percibida de error igual a cero.

2.- Se confía porque se empatiza. Se da una identificación mental y emocional con alguien y porque la persona está relajada, cómoda.

3.- Las personas confían porque creen y manejan sistemas de creencias, personales o normativas. Se confía porque se respalda, se apoya, porque hay compromiso.

            Desde este modelo psicológico de la confianza, podemos hacer predicciones:

-          La primera es que vamos a tardar mucho en salir de la crisis. La probabilidad de error de nuestros dirigentes es elevada, no es cero. De hecho, tanto un partido como otro, se han sumado a las teorías de reducción del déficit. De acuerdo, las deudas hay que pagarlas. Pero un inversor que mete su dinero en Europa sólo ve que Grecia le va a devolver la mitad de lo que le prestó. Curiosamente, una semana después de las elecciones españolas, la prima de riesgo se rebajó y la bolsa ganó un 4.5%. (lunes 28 de noviembre de 2011). ¿Qué sucedió? Algo tan simple que la Canciller alemana cedió a la compra de deuda por parte del Banco Central Europeo. Justo lo contrario a lo que su ministro de economía grita a los cuatro vientos. ¿Podemos confiar así?

-          La segunda conclusión es que las personas ni están relajadas ni están cómodas. Por lo tanto, no confían, ¿cómo va a confiar una persona que tiene el despido sobre su cabeza? ¿Cómo va a confiar una familia con todos sus miembros en paro? ¿Cómo vamos a estar cómodos si se proponen seguros médicos obligatorios a partir de una renta?  De hecho, lo esperable es un ascenso de actitudes poco igualitarias, de fenómenos violentos y de conductas desesperadas.

-          La tercera conclusión es que buscaremos soluciones donde no las hay. El cambio debe ser conductual, psicológico. Y se enfoca sólo desde el punto de vista económico. Si no se apoya o respalda a las personas, los números acaban con las creencias y con lo que haga falta. Los niveles de compromiso entre personas y de éstas con las empresas se reducirán hasta su mínima expresión. No se puede pedir esfuerzo a los ciudadanos cuando cobras varios sueldos, tienes una pensión vitalicia por ocho años de “trabajo” y sabes que tú no vas a tener problemas. Caiga quien caiga. No puedes pedir que te voten cuando has sido infiel a tus principios y has roto tus compromisos con los desfavorecidos.

            Una última reflexión. Las personas que muestran una gran confianza en sí mismos transmiten la sensación de ser competentes en su trabajo. Sin embargo, la psicología experimental demuestra que no es así. Todo el mundo sobrevaloramos nuestras habilidades. Lo hacemos incluso cuando trabajamos en grupo. Las personas odiamos la incertidumbre, la inseguridad. Si encontramos a alguien seguro, le hacemos más caso. Por ejemplo, ¿qué médico les parece más competente, uno que según le examina le dice qué tiene que tomar o uno que le examina y consulta varios libros antes de recertarle nada? Enseñar a las personas a optimizar los recursos en el manejo de situaciones difíciles es una gran inversión. Aún no la hemos visto propuesta por ningún sitio.

            Juzguen ustedes.  O restauramos la confianza o esta travesía por el desierto no se acorta ni celebrando elecciones cada año. Sabemos cuáles son componentes de la confianza. Toca restaurarla como individuos, como familias, como país.

martes, 8 de noviembre de 2011

LA EDAD DEL MIEDO

            Cuando éramos estudiantes de colegio o instituto, nos enseñaban que la historia de la humanidad estaba dividida en etapas. Cada una de estas etapas se llamaba “Edades”. Y una era la “edad de piedra”, otra “la edad de hierro” y ahí nos quedamos casi todos. Si tuviésemos que calificar nuestra época, ¿Cuál seria el nombre adecuado?

            Lo primero que se nos viene a la cabeza, seria la edad de Internet. Pero, si tenemos en cuenta que es un recurso escaso para la población africana, gran parte de latino América y Asia, lo descartamos. Otro nombre podría ser “la edad de la información”. Pero nos sucede lo mismo. La información es un recurso inexistente en gran parte del planeta. Bueno, pues la “edad de la ciencia”, o “de la medicina”. Y aquí, la ciencia y la medicina favorecen a los mismos, motivo por el cual tampoco valoramos llamarla la “edad del bienestar”.

            Entonces, reflexionamos y nos preguntamos qué es lo que todos los seres humanos poseen. Somos bípedos, tenemos un cerebro privilegiado, tenemos lenguaje…sentimos emociones. Y las emociones deben ser importantes, porque venden. Y mucho. La Inteligencia Emocional, La auténtica Felicidad, Optimismo Inteligente, son algunos títulos que encontramos en las librerías occidentales. Pero no vemos a los habitantes del cuerno de África muy preocupados por ser optimistas y sí por comer cada día.

            Está bien, pensemos en el Amor. Es una emoción poderosa. Se nos llena el cerebro de dopamina y de oxitocina y… hacemos poemas, libros… y cuando estamos con la persona amada creemos que el cielo existe y que ya estamos en él. Sin embargo, cuando pasa el tiempo, el cielo ya no es azul. Y qué decir de los hindúes a los que les conciertan el matrimonio, en el que el amor, como el valor en el ejército, se presupone. No. Decididamente, la edad del amor no es un nombre muy bueno.

            Lo peor son las emociones negativas. Y son las siguientes en la lista. La “edad del dolor” es un título impropio. ¡Con la de esfuerzo y dinero que se gasta en mitigar el dolor! La edad de la tristeza. “¡Uff!”, en Occidente nuestras depresiones valdrían una década, pero no una edad.

            Definitivamente la edad, nuestra edad, es la Edad del Miedo. El miedo es universal. En el cuerno de África, a morir de hambre. En Europa, a perder el estado de bienestar. A perderlo todo. Miedo a ver sufrir a los hijos. A morir de una forma violenta.

            Centrándonos en Occidente, la crisis económica ya no es un estímulo que genere miedo. Todos los días, todos los santos días, nos encontramos con noticias sobre la deuda, el paro, las empresas que cierran, los desahucios de los que no pagan, los indignados y el fin del mundo que las noticias pregonan cada día.

            La economía va mal. Vale. Pero es que no va mejor la sociedad. El maltrato a mujeres no desciende, el número de víctimas está estancado, no baja. A parte de las familias rotas, los vecindarios no son seguros. Las columnas de sucesos están llenas. Cada día, uno tras otro, podemos leer como unos seres humanos destruyen a otros seres humanos. (Y no queremos valorar ya en otro tipo de sociedades más pobres).


            Tenemos miedo a todo. A los que son religiosos, porque lo son. A los que no lo son, porque rompen las costumbres. A los ricos porque explotan, a los pobres porque quieren robar. La angustia domina a los habitantes de las poblaciones urbanas.

            Como será que Juan Pablo II inició su pontificado con un “no tengáis miedo”.

            Comprender cómo funciona el miedo, cómo influye en nuestro comportamiento y cómo podemos afrontarlo es una competencia fundamental en la edad que nos toca vivir, y en la que vivirán nuestros hijos.

            Prossem, que quiere ciudadanos autónomos que vivan como ellos opten, decide vivir sin miedo. Las herramientas existen. Sólo hay que aprenderlas. Cada uno elije.

martes, 1 de noviembre de 2011

EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS

           En este bendito país aprovechamos el día de Todos los Santos para recordar a nuestros familiares que han fallecido. En los telediarios emiten siempre la misma cantinela con imágenes de cementerios como el de Praga, la tumba de Jim Morrison, Elvis Presley, Frank Sinatra, o, en el cementerio de Londres, la tumba de Karl Marx.

            Es importante recordar a las personas que han sido importantes en nuestra vida. Es un buen ejercicio dedicar algo de tiempo a quienes hemos querido o admirado y ya no viven. Para valorar que sus esfuerzos lograron cambiar el mundo, y permitir que hayamos alcanzado el modo de vida actual. Otro ejercicio sano es rememorar los errores que otros cometieron en el pasado, con sus consecuencias.

            Todos conocemos el refrán castellano “nadie escarmienta en cabeza ajena”. Pero recordar, ver, comprender los errores y aciertos pasados de otras personas es un ejercicio maravilloso de aprendizaje. Y es así por que la Psicología nos enseña que no aprendemos de la experiencia.

            Skinner afirmaba que las contingencias de refuerzo no estaban claras para que aprendiésemos de forma eficaz. En el ambiente en el que nos movemos, aislar los reforzadores – aquello que hace que repitamos nuestra forma de comportarnos o que dejemos de actuar de una manera concreta -  es casi imposible. La Psicología Experimental también nos previene de nuestra incapacidad para aprender de la experiencia. No tenemos suficientes elementos en las muestras que recoge nuestro cerebro. Para poder obtener conclusiones válidas y fiables, las muestras de los experimentos deben ser aleatorias y grandes, para que sigan las leyes de grandes números y distribuciones matemáticas concretas. Sin embargo, nuestro cerebro no funciona así. En este blog ya hemos hablado en alguna ocasión de cómo funciona la mente. Y cómo nos engaña. Seleccionamos la información que favorece a nuestras hipótesis, nos quedamos con lo más representativo de las cosas, o con los últimos elementos de una lista, no somos capaces de ver un mono en un partido de baloncesto o mantenernos inflexibles aunque estemos equivocados.

            Por tanto, rememorar y recordar a quienes nos han precedido, para obtener muestras de comportamiento, es un sano ejercicio. Así podemos evitar cometer los mismos errores o mejorar los aciertos.

            También queremos rememorar a figuras de la ciencia, que por el paso de los años, quizás nos parecen míticos y no personas de carne y hueso que fueron. Nos referimos a Charles Darwin, a William James, a B.F Skinner, a Paul Watzlawich, a Kart Lewin, a Tversky… Todos ellos, con sus esfuerzos, lograron que conociésemos mejor la mente humana. Otros, como Keynes o Benjamín Graham nos han ayudado a conocer mejor la economía y las finanzas. Estamos seguros que cada uno de nosotros conocemos  a alguna persona que, con su trabajo, cambió tu vida. Uno de los miembros de Prossem cuenta que su vida giró en 180 grados cuando leyó “El Arte de Amar” de Erich Fromm. A él también lo recordamos y agradecemos su trabajo.

            Estamos convencidos que nuestros familiares no necesitan un día al año para recordarlos. Su falta se nota cada día. Recordamos a nuestros abuelos y abuelas, que sacaron adelante a sus familias en una España post guerra traicionera, cainita y destruida que había que levantar. Lucharon con armas de barro y, gracias a ellos, a su esfuerzo, su voluntad y poniendo poco o mucho conocimiento para lograr sus fines (en otros post a esto lo hemos llamado Paideia, es decir, Educación), hoy disfrutamos un país, que por mal que esté, ellos no habían sido capaces ni siquiera de soñar.

            En algunos casos recordamos a padres que se desvivieron porque sus hijos no pasasen lo que ellos sufrieron, es decir, en dejarnos un mundo en el que ellos quisieron vivir. Lo mismo sucede con tíos, primos… 

            En el día de Todos los Santos, el mejor santoral, el mejor reconocimiento que podemos hacer, quizás no sea visitar un cementerio al que nunca vamos, sino recordar la lucha de nuestros antecesores, por unos minutos, agradecerles lo que han hecho por nosotros y por el ser humano, y APRENDER, sobre todo aprender, de su fuerza de voluntad, unidad de propósito y capacidad de cambiar el mundo que les tocó por uno mejor para los suyos.

martes, 25 de octubre de 2011

EL NUEVO HUMANISMO

          Si leen ustedes los artículos anteriores de este Blog, podrán ver que están guiados por un denominador común, que no es otro que un ideal del ser humano. Prossem está dentro del movimiento llamado “la Tercera Cultura”. La finalidad de este movimiento no es otro que unir el conocimiento científico con el humanismo. Los dos escritores más famosos que han promovido en España La Tercera Cultura son Eduard Punset y Fernando Savater. Se puede encontrar información a través de http://www.terceracultura.net/tc/


            Y nuestro modelo del Ser humano se encuentra en los valores del humanismo: el respeto por el ser humano, el cuidado de nuestros semejantes, la responsabilidad propia y ante los demás, y el conocimiento propio y ajeno. Y ésta es la clave de nuestro modelo: EL CONOCIMIENTO.

            Hemos tenido la inmensa suerte de vivir en una época en el que la ciencia nos descubre cómo somos y por qué hacemos lo que hacemos cada día. Y lo mejor, podemos divulgarlo. A día de hoy, el saber no le pertenece a nadie. Y además, poseemos una de las herramientas más potentes del mundo, como es Internet, para la búsqueda y localización de información. Sin embargo, aunque las herramientas han dotado de mayor inteligencia al ser humano, Internet está provocando que nos volvamos superficiales. Perdemos capacidad de concentración. Disminuye el pensamiento crítico. Somos “informadores”, devoramos toda la información que cae en nuestras manos, sea del tipo rumor o cotilleo vecinal, periódicos on line…

El lenguaje, una de las ventanas de la mente humana, nos permite hablar. Y la lengua nos ha dejado frases que resaltan la importancia del conocimiento. “no hay mejor práctica que una buena teoría” (Kurt Lewin).

Hemos pasado de una cultura humanista que despreciaba el conocimiento a una cultura basada en la información que desprecia el humanismo. Y Prossem considera que ambas partes de la ecuación son necesarias.

Por ello, algunos de los puntos de nuestro modelo del ser humano son:

  • Un ser humano es un ser vivo, biológico, fruto de la selección natural. Al no tener, la selección natural, un fin, un objetivo, sino la supervivencia de los más aptos, los seres humanos tenemos muchas cualidades positivas pero también muchas limitaciones. Conocer qué hemos heredado de miles de años de evolución nos permite mejorar nuestro comportamiento y ser más eficaces. Olvidar nuestra biología genera problemas e infelicidad.
  • El cerebro es fruto de la evolución. Su objetivo es sobrevivir y que sobreviva el organismo. Por lo tanto, no está hecho para saber qué es verdad y qué no. Al cerebro no le interesa La Verdad. Es por ello que comete errores de percepción o errores de pensamiento. Cada ser humano representa una forma de ver el mundo. Y podemos trasmitirla o consensuarla a través del lenguaje.
  • Los seres humanos somos autónomos. La autonomía es un valor fundamental, así como uno de los motivadores intrínsecos más poderosos.
  • Las emociones humanas nos dan información de cómo estamos en un momento dado. Y no son respuestas lógicas. Es, por tanto, necesario, conocerlas y gestionarlas. Las emociones mal gestionadas pueden provocarnos enfermedades y la muerte.
  • Los seres humanos somos animales sociales. Nos comparamos con los demás. Vivimos con los demás, necesitamos a los demás. Para ser eficaces socialmente tenemos que leer las emociones de nuestros vecinos, sentir lo que ellos sienten, ponerse en su pellejo. El ser humano es tan social que ha desarrollado unas normas morales para regular los comportamientos. Las personas solitarias son las que más sufren.
  • Tenemos muchas necesidades. Y éstas no tienen una jerarquía o una pirámide. Tan importante es sentirse amado como comer cada día. La cultura le ha dado más importancia a ciertas necesidades “espirituales”. Sin embargo, no hay demostración empírica de que así sea. Como sí que la hay de que un rico no es más feliz por ser más rico. Una necesidad es más importante dependiendo del momento dado.


En Prossem pensamos que podemos crear un mundo en el que las personas quieran estar. O mejor dicho, creemos que cada ser humano puede cambiar el mundo que tiene alrededor. El cambio empieza en respetarnos como especie única que somos y en conocernos.

martes, 18 de octubre de 2011

REFLEXIONES DE ACTUALIDAD

En Prossem hemos hablado ya de la importancia de la educación, entendida ésta como esfuerzo consciente de la voluntad y el conocimiento para obtener fines. Igualmente, nos hemos quejado del poco cuidado que los sistemas educativos tradicionales han puesto en las emociones, la motivación o las finanzas.

            Son tres asuntos importantes. El desconocimiento de las finanzas ha provocado una situación económica más que complicada. Llevamos tres años (oficiales, desde la caída de Lehman Brothers) de crisis económica y no parece que se vaya a solucionar pronto. Es más, cada vez que los políticos se ponen a pensar un poco, las bolsas se descalabran y la deuda de los estados “perjudicados” sube de precio. En un programa de televisión (“El hormiguero” http://www.antena3.com/programas/el-hormiguero/momentos/mas-barato-taxi-que-comprarse-coche_2011092000181.html) aparece un señor y nos dice que un impuesto a los ricos no funcionaría porque tendrían menos dinero para invertir. ¡¡Hala!! Y el Sr. Torrecilla, que suponemos que es un profesor, se queda tan ancho. Sólo les pedimos que busquen qué empresas han creado empleo y qué empresas lo han destruido. El problema es que un economista no tiene por qué saber de finanzas. Igual que Merkel, Doctora en Química cuántica, no tiene por qué saber finanzas. Como los individuos no nos dedicamos de forma deliberada, con estudio esforzado, pues aparecen políticos maravillosos que miran a corto plazo (a cuatro años) y profesores que salen en la tele sin un solo dato que valide sus tesis. “The show must go on…”

            Conocer lo que realmente motiva a las personas también es importante. En estas páginas y en nuestros cursos alertamos de teorías como la de Maslow. No es operativa, no es medible, no es cuantificable. Y es falsa como un euro de madera. Por poner un ejemplo, les copio una pirámide:

 

            Bien, fíjense dónde coloca Maslow la amistad y el afecto, dónde coloca el éxito y dónde coloca la moralidad. Sin embargo, la biología nos enseña que somos sociales, que necesitamos a los demás, más incluso que equilibrar el calor o el frío. O el éxito, el “liderazgo” está presente en otros primates. Sin embargo, la teoría de las necesidades de Maslow ha tenido éxito: la explican en las escuelas de negocios, en los cursos de RR.HH, en los cursos de psicología – no en los de Prossem – y aparece en blogs de información económica. Para muestra, éste botón:  http://www.elblogsalmon.com/conceptos-de-economia/que-es-la-piramide-de-maslow

            Con las emociones tenemos una batalla dura. Ya hace dieciséis años de la publicación de “La Inteligencia Emocional” de Daniel Goleman. Y ¿qué hemos aprendido? Que existen unos sitios en el coco llamados hipocampo, hipotálamo, hipopótamo… ¡ah! ¡No!  era la amígdala. Y hemos aprendido que la adrenalina ahora se llama epinefrina (queda más bonito, más técnico) y un montón de hormonas que nos fastidian la vida o nos la alegran (como una llamada oxitocina).

            Sin ironía: no hemos aprendido nada sobre la Inteligencia Emocional (IE). Nos sabemos la teoría de una manera maravillosa, los componentes de la IE, incluso seguimos las teorías de otros psicólogos. Pero lo importante, la transferencia a nuestras vidas diarias… aprender… nada de ello.

            Esta reflexión nace de una serie de observaciones. Resulta que con dieciséis años, tienes que tomar una decisión: letras o ciencias. O elegir entre trabajar y estudiar. Si eliges estudiar, dos años después tienes que elegir entre universidad y carrera. Si acabas la carrera, debes sopesar si hacer un máster (una de las estafas modernas) o buscar trabajo. En todo el proceso, nadie, en este bendito país, te ha enseñado a pensar críticamente, ni procesos de toma de decisiones.

            Si pensamos en el cambio que significa vivir con nuestros padres a vivir con nuestra pareja, el tembleque se parece al Parkinson. Nadie nos ha mostrado cómo es la vida con una persona completamente desconocida, por mucho que se salga juntos, hasta que convives con ella. Y en ese momento, eso que el amor es respeto, cuidado, responsabilidad… se convierte en “no puedo hacer lo que me da la gana”. No. No nos han enseñado a convivir. No nos han trasmitido qué es la autonomía de la otra persona ni el respeto por sus fines y su desarrollo personal. Eso lo cambiamos por imponer nuestro punto de vista, caiga quien caiga.

            Y sin embargo, la psicología moderna no hace otra cosa que avisarnos que no somos ni tan pasionales como nos creemos, ni tan racionales como nos pensamos. Les recomendamos que hagan el experimento que se ve en  http://www.youtube.com/watch?v=vJG698U2Mvo  y luego nos cuenten qué les sucedió…
            Dice Giorgio Nardone que donde existe un problema, existe una solución. Y donde aparecen problemas financieros, motivacionales y emocionales, también nos encontramos con soluciones. Prossem es una de ellas.

domingo, 9 de octubre de 2011

PECES DE CIUDAD

Y ¿Cómo huir cuándo no quedan Islas
Para naufragar
Al país dónde los sabios se retiran
Del agravio de buscar labios
Que sacan de quicio?

            Nos hemos preguntado en varias ocasiones cuál es el secreto de los libros de autoayuda. Al fin y al cabo todos queremos lo mismo: ganar el suficiente dinero para vivir cómodos, encontrar el amor de nuestras vidas, ser felices… y buscamos constantemente fórmulas que nos lleven a nuestro propio éxito personal, a “sentirnos bien”, “realizados”, “felices”.

            El discurso de la búsqueda del éxito profesional y personal ha invadido los libros de autoayuda y de gestión empresarial de los últimos veinte años. Hemos visto proliferar las obras de Peter Drucker, con su “Ejecutivo eficaz” y derivados como “El ejecutivo al minuto” “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva” o libros que se basan, supuestamente, en la ciencia cognitiva, como “Gestión por competencias” de Clode Levy – Leboyer. En el ámbito personal, han crecido textos como “Poder sin límites”, de 1984, de Tony Robbins, todo lo relacionado con la PNL (Programación Neurolingüística), y otras cosas como “El secreto” o vaya Usted a saber. Es cierto que algunos han criticado éstos modelos, como la sociedad para el pensamiento crítico, pero lo han hecho desde argumentos racionales y no desde la investigación y los experimentos bien formulados. Prossem siempre estará del lado de los experimentos bien planteados, que pueden generalizarse poco, pero sus resultados son consistentes.

            Lo peor de todo esto es que nos hemos convertido en peces de ciudad: El acuario es la ciudad en la que vivimos, y estamos a la espera que un gran proveedor nos eche de comer y subamos a la superficie más rápido que otros peces para comer más.  Y ese gran proveedor puede ser un buen puesto de trabajo, un ascenso o el hombre o mujer de nuestra vida.

            Una de las cosas que más daño han hecho al ser humano en los últimos tiempos es la teoría de las necesidades de Abraham Maslow. Es inoperante como ella sola. ¿Cómo medimos la necesidad de socialización? ¿Y la del reconocimiento? Y la más importante, ¿qué es y cómo se mide la autorrealización? Eso sí, a las escuelas de negocios, donde se han formado los directivos de las empresas y bancos que nos han llevado a esta crisis, les encanta. Y les gusta porque es una teoría con la que no hay que pensar, no tienes que usar tu cabeza.

            Pensamos que cubrir las necesidades básicas es importante. Cuando Rocinante se ponía filosófico es porque tenía hambre. Comer, hidratarse y disminuir la incidencia de enfermedades es importante. Pero en la sociedad actual, salvo para aquellos que pertenecen al cuarto mundo (denominación usada por el Beato Juan Pablo II para los pobres de solemnidad que viven el en Primer Mundo), las necesidades básicas no son un problema. Incluso aquellos que salen en los medios de comunicación con embargos y desahucios… ¡las necesidades básicas no son su prioridad! Casos habrá que sí, pero no son los que copan las páginas de los principales periódicos. Y eso que Cáritas, una institución de la Iglesia Católica, está dando de comer a más personas que en toda su historia.

            ¿Dónde queremos ir a parar con estas reflexiones? A que los responsables de la crisis que estamos sufriendo somos todos. Nos hemos comido lo que nos han echado en la pecera. Nuestra comodidad ha hecho que nos endeudemos, que queramos pisos y casas grandes, más allá de lo que necesitamos. Las empresas financieras han prestado todo lo necesario para ello y los gobiernos… están demostrando una incapacidad solemne de liderazgo y de conocimiento.

            Y sin embargo tenemos respuestas ancestrales. Erich Fromm nos hablaba del amor y del budismo. Hoy sabemos que la meditación, mantenida en el tiempo, es excelente para mejorar nuestra respuesta emocional y nuestra concentración (Mindfulness). Y es curioso, porque de lo mismo que habla Jon Kabat – Zinn es lo mismo – léanlo – que lo que cuenta la “Filocalía” o “El Peregrino Ruso”. Resulta que un biólogo especialista en neuronas nos cuenta que ciertas rutinas son importantes, y la iglesia, son sus laudes, oficios de lectura, vísperas…  lo tiene claro desde los tiempos del Cid Campeador. La Imitación de Cristo fue un “best seller” de la Edad Media y hoy, nos gustaría ser como los grandes de nuestro tiempo.

            A veces, tenemos la sensación que no hemos avanzado con respecto al siglo XII. Es más, ninguno de nosotros sobreviviría a aquella época.

            En la semana en la que ha fallecido Steve Jobs, no queremos trasmitir que la tecnología cambiará nuestra vida, que “hay que ser absolutamente modernos” ya lo vendía uno de los poetas malditos del simbolismo francés. Queremos transmitir el verdadero legado de Jobs. No es el ipod, el iphone o el ipad. No. Es, que si queremos vivir, necesitamos no olvidar que un día moriremos y que debemos encontrar aquello que amamos.

            Lo demás… es silencio.

jueves, 6 de octubre de 2011

A la Memoria de Steve Jobs

Discurso de Steve Jobs en la Universidad de Stanford.
"Me siento honrado de estar con vosotros hoy en esta ceremonia de graduación en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca me licencié. La verdad, esto es lo más cerca que he estado de una graduación universitaria.
Hoy deseo contaros tres historias de mi vida. No es gran cosa. Sólo tres historias. La primera trata de conectar puntos. Me retiré del Reed College a los seis meses y seguí yendo de modo intermitente otros 18 meses más antes de abandonar los estudios. ¿Por qué lo dejé? Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven estudiante de universidad, soltera, que decidió darme en adopción. Ella creía firmemente que debía ser adoptado por estudiantes graduados. Por lo tanto, todo estaba arreglado para que apenas naciera fuera adoptado por un abogado y su esposa; salvo que cuando nací decidieron en el último minuto que en realidad deseaban una niña. De ese modo, mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntándoles: "Tenemos un niño no deseado; ¿lo quieren?". Ellos contestaron: "Por supuesto".
Cuando mi madre biológica se enteró que mi madre nunca se había graduado en la universidad y que mi padre tampoco tenía el graduado escolar se negó a firmar los papeles de adopción definitivos. Sólo cambió de parecer unos meses más tarde cuando mis padres le prometieron que algún día iría. A los 17 años fui a la universidad. Ingenuamente elegí una casi tan cara como Stanford y todos los ahorros de mis padres, de clase obrera, se fueron en la matrícula. Seis meses después yo no había sido capaz de apreciar el valor de su esfuerzo. No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y tampoco sabia si la universidad me ayudaría a deducirlo. Y ahí estaba yo, gastando todo el dinero que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. Decidi retirarme y confiar en que todo iba a resultar bien. En ese momento fue aterrador, pero mirando hacia atrás es una de las mejores decisiones que he tomado. Prescindí de las clases obligatorias, que no me interesaban, y comencé a asistir irregularmente a las que sí consideraba interesantes.
No todo fue romántico. No tenía dormitorio, dormía en el suelo de las habitaciones de amigos, llevaba botellas de Coca Cola a los depósitos de 5 centavos para comprar comida y caminaba 11 kilómetros, cruzando la ciudad todos los domingos de noche, para conseguir una buena comida a la semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. La mayoría de cosas con las que tropecé, siguiendo mi curiosidad e intuición, resultaron ser posteriormente inestimables. Por ejemplo, en ese tiempo Reed College ofrecía quizás la mejor instrucción en caligrafía del país. Todos los afiches, todas las etiquetas de todos los cajones estaban bellamente escritos en caligrafía a mano en todo el campus. Como había abandonado el curso y no tenía que asistir a las clases normales, decidí tomar una clase de caligrafía para aprender. Aprendí de los tipos serif y san serif, de la variación en el espacio entre las distintas combinaciones de letras, de lo que hace que la gran tipografía sea lo que es. Era artísticamente hermoso, histórico, de una manera en que la ciencia no logra capturar, y lo encontré fascinante.
A priori, nada de esto tenía una aplicación práctica en mi vida. Diez años después, cuando estaba diseñando el primero ordenador Macintosh, todo tuvo sentido para mí. Y todo lo diseñamos en el Mac. Fue el primer ordenador con una bella tipografía. Si nunca hubiera asistido a ese único curso en la universidad, el Mac nunca habría tenido múltiples tipografías o fuentes proporcionalmente espaciadas. Y como Windows no hizo más que copiar a Mac, es probable que ningún PC la tuviese. Si nunca me hubiera retirado, nunca habría asistido a esa clase de caligrafía, y los ordenadores personales carecerían de la maravillosa tipografía que llevan. Por supuesto era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en la universidad. Sin embargo, fue muy, muy claro mirando hacia el pasado diez años después.
Reitero, no podéis conectar los puntos mirando hacia el futuro; solo podéis conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tenéis que confiar en que los puntos, de alguna manera, se conectarán en vuestro futuro. Tenéis que confiar en algo, lo que sea. Nunca he abandonado esta perspectiva y es la que ha marcado la diferencia en mi vida.
La segunda historia es sobre amor y pérdida. Fui afortunado, porque descubrí pronto lo que quería hacer con mi vida. Woz y yo comenzamos Apple en el garage de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro y en 10 años Apple había crecido a partir de nosotros dos en un garage, transformándose en una compañía de dos mil millones con más de 4.000 empleados. Recién habíamos presentado nuestra más grandiosa creación -el Macintosh- un año antes y yo recién había cumplido los 30.
Luego me despidieron. ¿Cómo te pueden despedir de una compañía que fundaste? Bien, debido al crecimiento de Apple contratamos a alguien que pensé que era muy talentoso para dirigir la compañía conmigo. Los primeros años las cosas marcharon bien. Sin embargo, nuestras visiones del futuro empezaron a desviarse y finalmente tuvimos un encontronazo. Cuando ocurrió, la Dirección lo respaldó a él. De ese modo a los 30 años estaba afuera. Y muy publicitadamente fuera. Había desaparecido aquello que había sido el centro de toda mi vida adulta. Fue devastador. Por unos cuantos meses, realmente no supe qué hacer. Sentía que había decepcionado a la generación anterior de empresarios, que había dejado caer el testimonio cuando me lo estaban pasando. Me encontré con David Packard y Bob Noyce e intenté disculparme por haberlo echado todo a perder tan estrepitosamente. Fue un absoluto fracaso público e incluso pensaba en alejarme del valle [del silicio, California]. No obstante, lentamente comencé a entender algo. Todavía amaba lo que hacía. El revés ocurrido con Apple no había cambiado eso ni un milímetro. Había sido rechazado, pero seguía enamorado. Y decidí empezar de nuevo.
En ese entonces no lo entendí, pero ser despedido de Apple fue lo mejor que podía haberme pasado. La pesadez de tener exito fue reemplazada por la iluminación de ser un principiante otra vez. Me liberó y entré en una de las etapas más creativas de mi vida. Durante los siguientes cinco años, fundé una compañia llamada NeXT, otra empresa llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que se convirtió en mi esposa. Pixar continuó y creó la primera película en el mundo animada por ordenador, Toy Story, y ahora es el estudio de animación de más éxito a nivel mundial. En un notable giro de los hechos, Apple compró NeXT, regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT constituye el corazón del actual renacimiento de Apple.
Con Laurene tenemos una maravillosa familia. Estoy muy seguro de que nada de esto habría sucedido si no me hubiesen despedido de Apple. Fue una amarga medicina, pero creo que el paciente la necesitaba. En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No perdáis la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tenéis que encontrar lo que amáis. Y eso es tan válido para el trabajo como para el amor. El trabajo llenará gran parte de vuestras vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creéis que es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que se hace. Si todavía no lo habéis encontrado, seguid buscando. No os detengáis. Al igual que con los asuntos del corazón, sabréis cuando lo habéis encontrado. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de los años. Así que seguid buscando. Y no os paréis.
La tercera historia es sobre la muerte. Cuando tenía 17 años leí una cita que decía algo parecido a "Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto". Me impresionó y en los últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: "Si hoy fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer?" Y cada vez que la respuesta ha sido "no" varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo.
Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque casi todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solo aquello que es realmente importante. Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay ninguna razón para no seguir a tu corazón.
Casi un año atrás me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un escáner a las 7:30 de la mañana y claramente mostraba un tumor en el páncreas. ¡Ni sabía lo que era el páncreas! Los doctores me dijeron que era muy probable que fuera un tipo de cáncer incurable y que mis expectativas de vida no superarían los seis meses. El médico me aconsejó irme a casa y arreglar mis asuntos, que es el código médico para prepararte para morir. Significa intentar decir a tus hijos todo lo que pensabas decirles en los próximos 10 años, en unos pocos meses. Significa asegurarte que todo esté finiquitado de modo que sea lo más sencillo posible para tu familia. Significa despedirte.
Viví con ese diagnóstico todo el día. Luego por la tarde me hicieron una biopsia en que introdujeron un endoscopio por mi garganta, a través del estómago y mis intestinos, pincharon con una aguja el páncreas y extrajeron unas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me contó que cuando examinaron las células en el microscopio, los doctores empezaron a llorar porque descubrieron que era una forma muy rara de cáncer pancreático, curable con cirugía. Me operaron y ahora estoy bien. Es lo más cerca que he estado a la muerte y espero que sea lo más cercano por unas cuantas décadas más.
Al haber vivido esta experiencia, puedo contarla con un poco más de certeza que cuando la muerte era puramente un concepto intelectual: Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la muerte es muy probable que sea la mejor invención de la vida. Es su agente de cambio. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, vosotros sois lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, seréis los viejos. Y seréis eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es cierto. Vuestro tiempo tiene límite, así que no lo perdáis viviendo la vida de otra persona. No os dejéis atrapar por dogmas, no viváis con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitáis que el ruido de las opiniones ajenas silencie vuestra voz interior. Y más importante todavía, tened el valor de seguir vuestro corazón e intuición, porque de alguna manera ya sabéis lo que realmente queréis llegar a ser. Todo lo demás es secundario.
Cuando era joven, había una asombrosa publicación llamada The Whole Earth Catalog, una de las biblias de mi generación. Fue creada por un tipo llamado Steward Brand no muy lejos de aquí, en Menlo Park, y la creó con un toque poético. Fue a finales de los 60, antes de los ordenadores personales y de la edición mediante microcomputadoras. Se editaba usando máquinas de escribir, tijeras y cámaras Polaroid. Era como Google en tapas de cartulina, 35 años antes de que apareciera Google. Era idealista y rebosante de hermosas herramientas y grandes conceptos. Steward y su equipo publicaron varias ediciones del The Whole Earth Catalog y luego, cuando seguía su curso normal, publicaron la última edición. Fue a mediados de los 70 y yo tenía vuestra edad. En la contraportada de la última edición, había una fotografía de una carretera en medio del campo a primera hora de la mañana, similar a una en la que estaríais haciendo dedo si fuérais así de aventureros. El pie de foto decía: "Seguid hambrientos. Seguid alocados". Fue su mensaje de despedida. Siempre lo he deseado para mí. Y ahora, cuando estáis a punto de graduaros para empezar de nuevo, es lo que os deseo. Seguid hambrientos. Seguid alocados".
Gracias"

domingo, 2 de octubre de 2011

MALAS NOTICIAS

            Después de un descanso veraniego para recargar fuerzas, llegamos a casa y miramos el periódico. Y nos dan ganas de no volver a hacerlo. Nos encontramos con la Generalitat pidiendo a los médicos que renuncien a media paga de Navidad, que un partido político va a revolucionar los sueldos de Sanidad, que la noticia más consultada es una titulada Infieles, ¿por qué? Va a haber más huelgas de profesores, la banca está peor que nunca, Sacyr necesita  entre 35 y 70 años para devolver su deuda… pero ni una sola noticia buena.

            La teoría evolucionista nos enseña que el lenguaje posiblemente no sea único de los humanos. De hecho el gen FOXP2, el que posibilita el lenguaje, está presente en los restos de Neandertales. Los Neandertales son otra especie distinta de homínidos, no son nuestros abuelos, anteriores a nosotros y coetáneos nuestros hasta que se extinguieron hace unos 30.000 años. Nuestra especie es, a diferencia de los Neandertales, social. Sobre todo, social. Y nos hemos inventado y complicado los niveles de comunicación. Es otra mala noticia.

            Los seres humanos nos hemos superespecializado en la tecnología. Les proponemos un viaje en el tiempo. Imagínense que viajamos en el tiempo hasta el año 30.000 A.C. sin nada, sólo con la ropa que llevamos puesta. Con nuestra inteligencia actual… Siendo sinceros… ¿Cuánto tiempo seríamos capaces de sobrevivir? Una mala noticia más.

            ¿A dónde queremos llegar con estas reflexiones? El problema del ser humano es que hemos creado la mayor causa de presión selectiva: la cultura. Las presiones de selección son aquellos factores que hacen que unos genes, y por tanto unos individuos, sobrevivan y dejen descendencia. Como no teníamos bastante con el tiempo atmosférico, la comida, la bebida, la elección de compañero sexual… todo ello lo hemos envuelto con la cultura. Y como somos listos, hemos disociado, separado, alejado, lo biológico, lo cultural y lo social.

            Dicho de un modo diferente: somos animales sociales, territoriales, jerárquicos y con un comportamiento sexual poco definido. Nuestros comportamientos básicos apenas han cambiado desde la aparición de la especie homo hace 3 millones de años. Lo que hemos modificado ha sido la expresión de esos comportamientos a través de la cultura y la tecnología. Un ejemplo clásico es la ansiedad, el estrés. Todos sabemos ya que las cebras no tienen úlcera. Nosotros somos capaces de predecir, prever o anticipar acontecimientos. Y la respuesta de nuestro cuerpo ante esas previsiones es la misma que si estuviésemos delante del peligro. Y los efectos en nuestro cuerpo, a largo plazo, de las hormonas generadas por la ansiedad son conocidos: úlcera, infartos… Y los efectos en las relaciones sociales son igual de destructivos: peleas, falta de flexibilidad mental, más ansiedad…

            La buena noticia es que sabemos que la disociación entre la cultura y la biología la conocemos. Y podemos actuar sobre ella. ¿Cómo?

            Lo primero es conocer cómo funcionamos realmente. Tenemos que ser conscientes que la mente es un órgano de computación de información que la selección natural ha favorecido para solucionar problemas. Dicho de otro modo. La mente existe para solventar problemas. Y los problemas que le preocupan a nuestro cerebro son muy básicos: comer, beber, evitar el frío y el calor, evitar las enfermedades, elegir un buen compañero de viaje (o pareja sexual que no nos dañe y no nos abandone) y criar a nuestros hijos.

            Las Finanzas Personales son importantes porque nos dan herramientas para crear y defender nuestros recursos. El principal recurso financiero es el dinero, que además, es un reforzador poderoso. Con dinero podemos comprar calor, aire acondicionado, comida, una vivienda e incluso compañía, aunque esta sea fugaz. Esto hace que cualquier comportamiento, seguido por una cantidad de dinero adecuado se repita. (Es lo que significa que el dinero es un reforzador poderoso). Una buena gestión financiera permite una vejez tranquila y una vida adulta apacible llena de gratificaciones. Una gestión desastrosa nos lleva a dolores de cabeza, problemas e incertidumbre. La clave de una buena gestión financiera es reducir la incertidumbre. Y las finanzas entroncan en nuestra naturaleza biológica, evolutiva: sobrevivir y dejar descendencia.

            La Inteligencia emocional es fundamental. No existe en los planes de estudio de nuestros colegios ni en los de nuestras universidades. Y sin embargo, somos primates altamente sociales. El último mono de la manada, el que está solo, es el primero que se muere. En nosotros, aquellos que están solos, tienen problemas emocionales, personales, de adaptación. Son los que más dificultades tienen para encontrar trabajo y  para mantenerlo. Si enferman tienen dificultades para recibir apoyos y afectos. Por tanto, gestionar nuestras propias emociones y las de los demás es una de las pocas herramientas de éxito verdadero. Ser asertivo, diplomático, negociador o afectuoso en el momento adecuado nos da de comer. Tener la razón u obcecarnos da problemas.

            Nuestra mente no es multitarea. De hecho, estudios recientes demuestran que el uso de herramientas multitareas, como internet, redes sociales, programas informáticos… afecta a nuestra capacidad de concentración y de pensamiento crítico. Saber pensar y utilizar nuestra mente son herramientas que vamos perdiendo poco a poco y no nos las enseñan en las escuelas. El principal mal de escuela es la falta de pensamiento crítico y no nos enseñan cómo usar nuestra mente.

            La cultura que hemos creado y en la que vivimos, especialmente la profesional, está generando un modo de vida sedentario. Nuestros organismos evolucionaron para correr, cazar, trabajar el campo… y ahora no salimos de la oficina. La manera de alimentarnos así como la falta de ejercicio físico está provocando que enfermemos y muramos por infartos, ictus, trombos… Nuestro organismo evolucionó con la ingesta de elementos concretos. El exceso de grasas, o la falta de estas puede dañarnos. Por si fuera poco, un cerebro que soporta un cuerpo sin movimiento, envejece más deprisa.

            Todo ello son solo ejemplos de la estrategia de Prossem. Conocer los problemas evolutivos permite, y es la gran buena noticia, buscar soluciones y lograr que cultura y biología vayan unidas. Lo demás son milongas.