Hemos
hablado de psicología en las entregas anteriores pero… ¿Qué es un problema
psicológico?, ¿por qué acudir a un profesional? Yo no estoy loco… Aclarar
términos, por tanto, es nuestra tarea de hoy.
Un
problema psicológico se manifiesta cuando:
1. La persona padece una falta subjetiva de bienestar que
no puede eliminar por sí sola. Por ejemplo, en los casos de depresión, donde el
malestar es alto, y la tristeza lo inunda todo.
2. La persona manifiesta déficits o excesos de comportamiento
que interfieren en el funcionamiento considerado adecuado por él mismo o por
los demás. Un caso de ansiedad, como el miedo a hablar en público, que puede
afectar al rendimiento de un estudiante o de un ejecutivo.
3.
La persona interviene en actividades que son
cuestionables por aquellas personas que le rodean y que dan lugar a
consecuencias negativas para ellas y para los demás. De ello encontramos
ejemplos como el alcoholismo o el abuso de sustancias.
4. Las personas muestran desviaciones comportamentales que
dan como resultados sanciones sociales severas para aquellos que componen su
entorno cercano, como las que puede causar un niño o adolescente violento.
Los
problemas psicológicos se pueden solucionar. Un tratamiento se plantea como un
proceso de aprendizaje. Se trata de que el cliente aprenda nuevas formas de
comportamiento, que aproveche al máximo los recursos propios y del medio en el
que vive, cambiando éste en la medida en que ello pueda favorecer su bienestar
o modificando sus valores y actitudes para adaptarse a lo que no puede
cambiarse. Es por ello, que algunos psicólogos dicen que el tratamiento dura
toda la vida, porque lo que se aprende en las sesiones, se aplica cada día.
Por
lo tanto, un psicólogo facilita varios tipos de cambios:
- Cambios en la manera de manera de comportarse.
Es muy manida la frase “si haces siempre
lo mismo, obtendrás los mismos resultados”, pero es cierta. Si no
modificamos nuestra manera de actuar, siempre nos ocurrirá lo mismo. Y la
cultura actual nos “vende la moto” de ser como uno es. Mantener posiciones
rígidas no es ser uno mismo. Es arrogancia.
-
El segundo tipo de cambios es en la motivación.
Los psicólogos nos pueden ayudar en buscar razones para actuar. En este blog ya
hemos repetido varias veces la frase de Nietzsche “quién tiene un por qué encuentra cualquier cómo”. Y así es. Víctor
Frankl, uno de los exponentes de la logoterapia, nos dejó una obra maravillosa
acerca de las motivaciones, “El hombre en
busca de sentido”, en la que nos
cuenta su experiencia en un campo de concentración nazi en la segunda guerra
mundial y cómo el recuerdo y la necesidad de volver a encontrarse con los suyos
le hizo mantenerse con vida y buscar soluciones a los problemas que se
encontraba.
- El tercer tipo de cambios se refiere a las
creencias, a los valores. Es como decir que si no puedes con el enemigo, únete
a él. Cuando no se puede modificar el medio ambiente en el que uno vive, o
nuestra forma de comportarnos no logra los resultados deseados, podemos
adaptarnos. Y una manera de hacerlo es que nuestras creencias, nuestros
valores, estén en la misma onda que los de la sociedad que nos rodea. Uno de
estos cambios se puede observar cuando un occidental viaja a Japón o a
cualquier país oriental.
- El cuarto tipo es el cambio en nuestra manera de
pensar. Es reestructurar nuestra mente. La nueva construcción de la mente se
logra adquiriendo nuevos significados o incorporando datos a nuestras ideas. O
construyendo un nuevo mapa mental. El ejemplo que podríamos poner es que usa
Kurt Lewin. La reestructuración es igual que cuando uno llega a una ciudad
nueva tiene que ir desde la estación de tren a un hotel. La primera vez uno se
queda con algunos edificios significativos que le sirven para saber si va bien
o no. Cuando se ha ido varias veces, empezamos a aprender el nombre de las
calles, si hay otras vías alternativas… Cuando hemos ido muchas veces, tienes
el mapa mental tan asimilado que podrías cambiar tu trayecto sin pederte.
En definitiva, la psicología nos ayuda a superar el sufrimiento a través del cambio y ha desarrollado técnicas eficaces para lograrlo. Servirnos de ella, no es de locos. Es el camino para encontrarnos con el bienestar y una vida extraordinaria.