Hace varias semanas empezamos a
tratar algunos aspectos que son importantes a la hora ganar calidad de vida, en
algunas cuestiones recurrentes ya en nuestro blog: el valor del
autoconocimiento, la irracionalidad humana, la necesidad de un mundo consciente
y de auténticos líderes… Normalmente, damos pequeñas pinceladas, sin
profundizar demasiado – estamos presentes para quien quiera en las redes
sociales como Facebook o Twitter – pero intentado interpretar el mundo desde
los descubrimientos de la psicología, neurología o la reflexión filosófica.
Esta semana era una más, y el
asunto que habíamos elegido era la psicología del dinero. Sin embargo, ha
ocurrido un horrible asesinato en Londres; el soldado Lee Rigby, de 25 años de
edad, es brutalmente asesinado y degollado por parte de dos personas, que dicen
“sufrir” por la presencia de las tropas inglesas en Irak y Afganistán. Posteriormente,
grupos ingleses han atacado las mezquitas de la ciudad.
Este acontecimiento hiela la
sangre. Imagínate dando un paseo por cualquier barrio de Madrid, y de repente,
te asaltan dos personas. Pero, a parte de los sentimientos de miedo, pena por
el soldado y su familia, o cualquier otro sentimiento, podemos sacar tres
conclusiones.
La primera es el valor de la
vulnerabilidad. No sabemos cuál es nuestra fecha de caducidad. Y tendemos a
protegernos de todo daño, real o imaginario. La vulnerabilidad es la puerta
para darse cuenta de nuestra materia prima, qué nos duele. Protegernos nos ha
llevado a inventarnos mundos irreales, a buscar explicaciones, a confundir
creencias o deseos con realidad. La selección natural ha beneficiado a aquellos
que tenían hijos que no mostraban vulnerabilidad y que se pensaban los más
guapos, los mejores y los más habilidosos.
La segunda, es la importancia de
vivir el momento presente. Nos estamos acostumbrando a funcionar en piloto
automático. Hablamos por el móvil mientras comemos o jugamos con el Ipad,
atendemos a varias conversaciones, vamos con prisas a todos los lados… Y así
nos va, con el número de enfermedades relacionadas con el Estrés creciendo
exponencialmente. No somos capaces de mantener la atención demasiado tiempo,,, El
poeta portugués Fernando Pessoa, escribió un poema que se llama “Vive” que queremos compartir, porque
expresa muy bien lo que queremos decir con “la
importancia del momento presente”. Dice así
“Vive, dices, en el presente
Vive sólo en el presente.
Pero yo no quiero el presente, quiero la realidad;
Quiero las cosas que existen, no el tiempo que las mide.
¿Qué es el presente?
Es una cosa relativa al pasado y al futuro.
Es una cosa que existe en virtud de otras cosas que existen.
Yo quiero solo la realidad, las cosas sin presente.
No quiero incluir al tiempo en mi esquema
No quiero pensar las cosas como presentes; quiero pensar en ellas como
cosas;
No quiero separarlas de si mismas, tratándolas de presentes”.
El poema sigue. Tiene otra
estrofa más. Pero lo esencial ya lo hemos dicho. Importa ver las cosas,
vivirlas, tal cual, sin añadidos.
La tercera es el peligro de la
polarización. Cuando las ideas, sean religiosas o políticas, se radicalizan, se
van a los extremos, las consecuencias
son dolorosas. Y dos posturas enfrentadas entre sí, cada una en un polo, se
alimentan entre ellas, siendo cada vez más lejanas, más enfrentadas. Por ello,
es necesario desarrollar habilidades de pensamiento crítico y enseñar a
nuestros menores a pensar, a analizar, a no dejarse llevar por fanatismos.
Aceptar la vulnerabilidad, saber
pensar y argumentar y vivir cada cosa que nos rodea son la única vacuna contra
la cerrazón y el odio. Lo demás, son palabrerías.