Como
hemos dicho en posts anteriores, el Coaching es una profesión muy sonada en la
actualidad. Tanto, que hasta en un programa de televisión en el que unos
famosos escuchan a unos aspirantes a cantantes, hacer gorgoritos sin verlos, se
autodenominan coaches. Los famosos, en teoría, luego aplican su experiencia en
moldear a estos aspirantes y pupilos, para que ganen el concurso y, por supuesto,
también sean famosos. Lo curioso es que el Coaching es otra cosa.
Dependiendo
desde qué especialidad se determine, se puede definir el Coaching de diferentes
maneras. Para los profesionales del Coaching, es el arte de trabajar con los
demás y lograr que éstos obtengan resultados fuera de lo común. Según el
Problem Solving, es el trabajo de transformar las limitaciones en recursos. Y
The British Psychological Society, tiene un grupo especial en Coaching
psicológico y lo define como la capacidad de mejorar el bienestar y el
rendimiento de las personas, utilizando herramientas propias de la psicología.
El
Coaching no es una profesión regulada. Y por lo tanto, no está reconocida como
actividad económica. Esto puede llevar a que cualquier persona se denomine
coach y ofrezca diferentes servicios que llevan a mezclar las “churras con las merinas”. Por ello, es
importante distinguir un Coach profesional de un charlatán en base a las
competencias profesionales del Coach: escuchar sin juzgar, capacidad para
conocerse a uno mismo y hacer que esas personas que acuden a un Coach
Profesional sean conscientes de la capacidad de respuesta que emerge del
interior de cada uno… Si un profesional te da su opinión sobre una idea o
comportamiento tuyo… mal empezamos.
Hoy
por hoy, para saber si estamos ante un profesional del Coaching, es importante
analizar las certificaciones para ejercer. Se use el paradigma que se use: PNL,
la psicología, o lo que sea. Todos tenemos el derecho de aprender de los
mejores y con unos estándares de calidad. No porque alguien haya realizado un
curso sobre cualquier tipo de Coaching, significa que por ello, sea ya un Coach
Profesional, y pueda ir difamando el verdadero sentido del Coaching.
Si
hacemos una búsqueda en Internet sobre Coaching, los resultados que encontramos
son escuelas que ofrecen cursos para formarse como coaches, y los menos,
ofrecen sus servicios para particulares. El Coaching es una herramienta ya
conocida en el mundo empresarial, ¿por qué no utilizarlo con personas fuera de
las organizaciones? Porque no interesa. Porque el mercado está en dar clases
para formar a futuros coaches o certificar programas. Y aquí es donde podemos
decir, que es muy importante formarse con quien tiene práctica diaria, con
quien entrena a personas y grupos en su despacho cada día. Para nosotros lo importante es, no sólo la
formación del Coach, sino también la práctica continuada, independientemente de
las herramientas que éste utilice, y que están puestas al servicio de la
persona. Cada uno creamos nuestro propio mundo y la mente humana, por suerte,
no responde a la lógica ordinaria. Responde a emociones, a sueños, a anhelos y
deseos, que poco tienen que ver con la lógica.
No
se nos tiene que pasar desapercibido que, si la formación es un grado, la
experiencia del Coach, no es menos. Pero no para moldear a imagen y semejanza
al coachee (los coaches televisivos caen en un error cognitivo que es
sobrevalorar su experiencia), sino que tenemos que dejar que sea el coachee el
que decida qué es lo que quiere, y cómo y cuándo lo quiere. La meta de todo
proyecto es el éxito del coachee. Si éste no logra sus objetivos, se habrá
fracasado. De hecho, lo que estos coaches televisivos intentan es modelar a la
persona, y eso, está muy lejos de lo que es el Coaching.
Seguramente ninguna de las grandes asociaciones de Coaches se fije en un mero programa de televisión. Pero nosotros amamos nuestra profesión y no estamos dispuestos a aceptar que se use para dar "glamour". Si quieren éxito profesional - aunque sea cantando - busquen un Coach, pídanle sus certificaciones, comprueben su experiencia y sobre todo, su dedicación y su compromiso con la meta que quiera lograr.