miércoles, 24 de octubre de 2012

LA LABOR DE LOS PSICÓLOGOS


“La experiencia es la evidencia
y las cuestiones mi fortaleza.”
Héroes del Silencio. Rueda Fortuna. Avalancha.

            Los psicólogos nos dedicamos a estudiar el comportamiento, y entendemos por tal lo que hacemos, lo que sentimos y lo que pensamos. Y nuestro estudio trata de describir, analizar, predecir y modificar dichos comportamientos, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas.

            Lo que nos diferencia de otros profesionales son dos cosas. Por un lado, el uso de técnicas basadas en la evidencia y por otro, la proliferación de teorías y un conocimiento muy fragmentado.

            Las técnicas basadas en la evidencia son aquellas que derivan de un tratamiento científico de los datos. Desde la manera de recogerlos, su tratamiento matemático (mediante el uso de la probabilidad, la estadística inferencial y los modelos de análisis de datos), el uso de métodos de investigación como los diseños experimentales y el análisis de los resultados a la luz de teorías bien establecidas. De este trabajo, por ejemplo, se han derivado guías de tratamientos psicológicos eficaces, formas de curar que mejoran la vida de los pacientes, en muchos casos con resultados superiores a los de los fármacos. Un psicólogo, por tanto, no es un parlanchín. Es un profesional que, generalmente, se adscribe a una teoría sobre la mente humana y su funcionamiento, que de esa teoría de referencia deduce una manera de proceder para sanar, y comprueba que realmente es así, que su paciente mejora y sana.

            Como la base de la psicología es el comportamiento, la principal herramienta del psicólogo es el mismo comportamiento. Te piden que pienses en una cosa en concreto, que analices tu forma de ver las cosas, te intentan generar una experiencia emocional que modifique tu sitio en el mundo, o que actúes de una manera determinada ante una situación concreta. Es un trabajo de alfarero.  Se va modelando la conducta como el barro, hasta obtener el resultado deseado.

            Sin embargo, si se necesita buscar un psicólogo, nos podemos encontrar ante un panorama un tanto desalentador. Hay psicoanalistas, terapeutas sistémicos, estratégicos, conductistas, cognitivo – conductuales… cada uno de ellos con una teoría acerca del ser humano, y de cómo funciona la mente. Aquí la buena noticia es que todas las intervenciones psicológicas, todas, son positivas. En todas se constata una mejoría en la persona que sufre. La mala noticia es que los tratamientos psicológicos no son aspirina, no te los tomas y hacen efecto inmediato. No. Requieren de tiempo – desde unos modelos, como el psicoanálisis, mucho tiempo – y otras no tanto, pero siempre, siempre, se necesitarán varias sesiones. Las terapias también necesitan esfuerzo. Los pacientes deben hacer cosas, tienen que implicar a sus parejas y familiares en la consecución de un objetivo final y del que todos se benefician. También, a los psicólogos, para ser buenos, nos hace falta que el paciente esté motivado, o nos deje entrever, por una rendija de su corazón, cómo moverle para que realice sus tareas. En Prossem consideramos que a un psicólogo lo hacen bueno sus pacientes, y no las teorías.

            ¿Y qué tratamos los psicólogos? Tradicionalmente, se ha intervenido en trastornos como la depresión, los relacionados con la ansiedad, enfermedades corporales debidas a factores mentales, trastornos sexuales, problemas de pareja, problemas alimenticios, problemas de comportamiento de los niños… siempre problemas relacionados con patologías, o enfermedades. De hecho, la Clasificación Internacional de Enfermedades dedica un capítulo entero a los trastornos mentales y los profesionales también disponemos del DSM (Manual de diagnóstico estadístico de los trastornos mentales) realizado por la Asociación de Psiquiatría Americana.

            Sin embargo, en los últimos años se está invirtiendo dinero y esfuerzos en estudiar qué nos hace felices, que nos aporta calidad de vida, cuál es el potencial de cada ser humano… logrando desarrollar herramientas para la prevención de los trastornos que ya hemos citado e incluso mejorando el rendimiento en otras áreas, tanto de la salud como laborales, sociales y económicas.

            Aunque sea una ciencia joven, desunificada, llena de teorías que se asemejan a opiniones, la Psicología está abriendo el camino de la Salud, con mayúscula, del ser humano. Esperamos que en España, los prejuicios vinculados a ir al psicólogo desaparezcan, y por una vez, vayamos a la par con el resto de países civilizados y no en el vagón de cola.

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