Esta semana hablaremos
de psicología. En las entregas anteriores, hemos expuesto como el
Coaching nos ayuda a clarificar los resultados que uno desea en su
vida. ¿Cuál es vuestra definición de una vida extraordinaria?
¿Qué tienes que hacer para que tu vida “suba de nivel”?
Sin embargo, hay
personas que ya están en el fondo, en un agujero, lo viven así, su
conciencia es un continuo de ideas negativas y, sobre todo, están
sufriendo. En esos casos, la psicología nos da herramientas
importantes de ayuda. Pero, ¿es eficaz?
Hoy sabemos que los
efectos de la psicoterapia superan o son comparables a los tamaños
del efecto de muchos fármacos y no generan efectos secundarios
adversos. Sabemos que los programas de psicoterapia reducen el número
de visitas al médico y el gasto sanitario. La psicoterapia es
rentable, dado que reduce la discapacidad, la morbilidad y la
mortalidad, mejora el funcionamiento en el trabajo y disminuye los
días de hospitalización psiquiátrica. Por ejemplo, en pacientes
con problemas de salud mental que acuden al psicólogo, la reducción
de gastos fue de un 17 % mientras que aquellos que no asistieron a
psicoterapia, incrementaron los costes en un 12% y cuando la
psicología se integra en la atención primaria, las tasas de
reducción de costes médicos es del 20 %. (los
datos se pueden encontrar en “Resolution of the recognition of
Psychotherapy Effectiveness – Approved August 2012”, de la
American Psychological Association)
Ciertamente nos pueden
decir que son datos de Estados Unidos, donde el sistema sanitario es
diferente al español. Pero precisamente, porque el sistema
Norteamericano está basado en que es el paciente el que tiene que
estar asegurado, tiene que pagar su salud de forma directa, están
más preocupados por la eficacia y la eficiencia. Y en la época de
recortes en la que nos encontramos, estudiar nuevas soluciones que
permitan dar una asistencia de mayor calidad con el menor coste
posible, es fundamental. Decía Einstein que “se requiere un nuevo
modo de pensar para resolver los problemas producidos por el viejo
modo de pensar”. Reducir los servicios sanitarios para recortar
gastos no es la solución. Buscar nuevos modos de actuar – como
introducir la psicología en atención primaria, en prevención, en
tratamiento de enfermedades crónicas así como en pacientes de
cáncer o VIH, casos en los que está demostrada su eficacia – es
el camino que se debe seguir.
En España, la
psicología es una profesión regulada. Se necesita ser licenciado
universitario y estar colegiado. Además, para el ejercicio de la
profesión, relacionada con la Clínica y la Salud, se deben cumplir
unos requisitos adicionales, tales como haber seguido un itinerario
en Evaluación, Diagnóstico y Tratamiento o cursar un master en
psicología clínica de, mínimo, 350 horas teóricas y 100
prácticas.
Desgraciadamente, la
psicología es una ciencia muy joven, con poco más de cien años de
historia real, separada de la filosofía. Y que se ha de enfrentar,
cada día, a muchas creencias irracionales sobre la función y el
trabajo de los psicólogos. Creencias del tipo “al psicólogo se va
hablar” o “solo hablando no voy a curarme” son ideas comunes,
muy extendidas.
Desde Prossem, sin
embargo, queremos recalcar que, en realidad, un psicólogo es un
colaborador. Y que el trabajo consiste en colaborar con el paciente
en la resolución de sus problemas. Con la ventaja que el profesional
es un especialista de la mente humana.
Si desde este humilde
blog logramos que un grupo de personas reconozca el papel de la
Psicología en la sociedad, habremos cumplido nuestro objetivo. La
vida es demasiado corta para pasarla sufriendo.
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