“Si es que existen, he de encontrar
lenguajes de un mundo que está
dormido entre las hojas de los libros.”
El último de la fila.
Un conocido
periódico digital publica cada día una sección llamada “alma, corazón y vida”
en la que algunos profesionales escriben sobre salud, amor, pareja, relaciones
laborales… Y hemos encontrado varias noticias que llaman la atención como
algunos consejos para divorciarse o para ligar o para ganar – como si fuesen
competiciones – una discusión con la pareja. Ya hemos dicho en este blog, que
una manera de rastrear el presente es observar las noticias o los libros que se
publican. Y además de noticias como para dedicar una sección en un rotativo
online, también se publican libros de todo tipo. Desde técnicas para ligar al
estilo “El método”, “El Sex Code” a otros más socialmente
correctos como “No sufras” o “Mujeres que corren con lobos”. Ahí es
nada.
Pues nosotros
nos vamos a remitir a un libro. “El arte
de Amar”, de Erich Fromm. El libro
vio la luz en inglés en 1956 y en español en 1959 y junto con “El Miedo a la libertad” es una de las
obras más conocidas del psicoanalista alemán. Es breve y se compone de cuatro
capítulos. Un tipo de introducción larga justificando el título, la teoría del
amor, un análisis del amor en los tiempos que corrían y la práctica del mismo. Vamos con ello.
Para Fromm, el
ser humano está solo y tiene necesidad de superar la soledad. Se puede superar
mediante diferentes estrategias, pero la única que logra ese objetivo es el amor,
dado que es una unión que preserva la propia identidad. En la teoría, Fromm
añade, que los componentes del amor maduro son el cuidado – preocupación activa
por la vida y el crecimiento de lo que amamos -, la responsabilidad – estar
listo y dispuesto a dar respuesta a las necesidades de otro ser humano - , el
respeto – ver a la otra persona tal cual es, tener conciencia de su
individualidad – y el conocimiento.
Fromm dedica
otra parte del libro a la degradación del amor en la época contemporánea, donde
ve el amor como una orientación al marketing. La búsqueda de pareja queda
reducida a una cuestión de comprar bueno, bonito y barato.
La última
parte del libro trata sobre la práctica del amor. Para el autor, dicha práctica
debe tener, como en la práctica de cualquier arte, las siguientes
características: disciplina, concentración, paciencia, preocupación, superar el
propio narcisismo y fe.
Hasta aquí, un
breve resumen del libro. Ahora, el análisis. Nos queda el consuelo que las variables
que usa Fromm son poco operativas, son de difícil medida o manipulación para
ver los resultados que ofrece cambiar algo en una de ellas. Pero pensar esto es
una excusa para no pensar, para no analizar y darse cuenta que el amor, en
nuestra época, ha quedado reducido a leyes de mercado, y además, ineficaz.
Lo que
observamos es que estamos más preocupados en “sentir” que en amar, cuando es un
verbo y por tanto, una actividad. Al poner la primacía en los sentimientos,
dejamos de lado la disciplina, la concentración y ponemos el foco en nosotros
mismos. Por ejemplo, los datos indican que el uso de internet para buscar
información, determina nuestro rendimiento lector. Leemos libros de forma
superficial, como si buscásemos información en Google. Los datos indican
también que el uso de smartphones y sistemas de mensajería instantánea nos
abstraen de situaciones sociales, algunas tan simples como estar con la pareja.
Hagan la prueba. Miren en un restaurante, observen a la gente comiendo. Los que
están solos y los que están acompañados… usan constantemente sus teléfonos. Las
redes sociales se han convertido en un escaparate donde mirar “el producto” que
podemos elegir, así como satisfacer la curiosidad sobre la vida de los demás. Y
se nos olvida que el comportamiento siempre tiene consecuencias, unas
inmediatas, pero otras, las más lejanas en el tiempo, suelen ser más dañinas y
de las que no nos damos cuenta. Otro ejemplo. El uso de redes sociales está
incrementando los casos de celos en estudiantes universitarios. Lo que estos estudiantes
no saben es que, pasados los años, cuando pasen por una situación similar, los
celos se dispararán de nuevo.
La teoría evolucionista predice quién se empareja con qué tipo de personas a corto plazo o largo plazo. Pero también predice que el mono que se queda solo, es el primero que se muere. Si no queremos caminar hacia una sociedad de viejos solos, en asilos, solo nos queda volver a aprender el "arte de amar", y ser responsables de nuestras relaciones, cuidarlas y basarlas en el respeto y en el conocimiento. Mientras tanto, otros seguirán haciéndose ricos publicando libros de cómo ligar, cómo no sufrir o abriendo consultas terapéuticas.
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