martes, 17 de julio de 2012

EL ARTE DE AMAR


Si es que existen, he de encontrar
lenguajes de un mundo que está
dormido entre las hojas de los libros.
El último de la fila.



Un conocido periódico digital publica cada día una sección llamada “alma, corazón y vida” en la que algunos profesionales escriben sobre salud, amor, pareja, relaciones laborales… Y hemos encontrado varias noticias que llaman la atención como algunos consejos para divorciarse o para ligar o para ganar – como si fuesen competiciones – una discusión con la pareja. Ya hemos dicho en este blog, que una manera de rastrear el presente es observar las noticias o los libros que se publican. Y además de noticias como para dedicar una sección en un rotativo online, también se publican libros de todo tipo. Desde técnicas para ligar al estilo “El método”, “El Sex Code” a otros más socialmente correctos como “No sufras” o “Mujeres que corren con lobos”. Ahí es nada.

Pues nosotros nos vamos a remitir a un libro. “El arte de Amar”, de Erich Fromm.  El libro vio la luz en inglés en 1956 y en español en 1959 y junto con “El Miedo a la libertad” es una de las obras más conocidas del psicoanalista alemán. Es breve y se compone de cuatro capítulos. Un tipo de introducción larga justificando el título, la teoría del amor, un análisis del amor en los tiempos que corrían y la práctica del mismo.  Vamos con ello.

Para Fromm, el ser humano está solo y tiene necesidad de superar la soledad. Se puede superar mediante diferentes estrategias, pero la única que logra ese objetivo es el amor, dado que es una unión que preserva la propia identidad. En la teoría, Fromm añade, que los componentes del amor maduro son el cuidado – preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos -, la responsabilidad – estar listo y dispuesto a dar respuesta a las necesidades de otro ser humano - , el respeto – ver a la otra persona tal cual es, tener conciencia de su individualidad – y el conocimiento.

Fromm dedica otra parte del libro a la degradación del amor en la época contemporánea, donde ve el amor como una orientación al marketing. La búsqueda de pareja queda reducida a una cuestión de comprar bueno, bonito y barato.

La última parte del libro trata sobre la práctica del amor. Para el autor, dicha práctica debe tener, como en la práctica de cualquier arte, las siguientes características: disciplina, concentración, paciencia, preocupación, superar el propio narcisismo y fe.

Hasta aquí, un breve resumen del libro. Ahora, el análisis. Nos queda el consuelo que las variables que usa Fromm son poco operativas, son de difícil medida o manipulación para ver los resultados que ofrece cambiar algo en una de ellas. Pero pensar esto es una excusa para no pensar, para no analizar y darse cuenta que el amor, en nuestra época, ha quedado reducido a leyes de mercado, y además, ineficaz.

Lo que observamos es que estamos más preocupados en “sentir” que en amar, cuando es un verbo y por tanto, una actividad. Al poner la primacía en los sentimientos, dejamos de lado la disciplina, la concentración y ponemos el foco en nosotros mismos. Por ejemplo, los datos indican que el uso de internet para buscar información, determina nuestro rendimiento lector. Leemos libros de forma superficial, como si buscásemos información en Google. Los datos indican también que el uso de smartphones y sistemas de mensajería instantánea nos abstraen de situaciones sociales, algunas tan simples como estar con la pareja. Hagan la prueba. Miren en un restaurante, observen a la gente comiendo. Los que están solos y los que están acompañados… usan constantemente sus teléfonos. Las redes sociales se han convertido en un escaparate donde mirar “el producto” que podemos elegir, así como satisfacer la curiosidad sobre la vida de los demás. Y se nos olvida que el comportamiento siempre tiene consecuencias, unas inmediatas, pero otras, las más lejanas en el tiempo, suelen ser más dañinas y de las que no nos damos cuenta. Otro ejemplo. El uso de redes sociales está incrementando los casos de celos en estudiantes universitarios. Lo que estos estudiantes no saben es que, pasados los años, cuando pasen por una situación similar, los celos se dispararán de nuevo.

La teoría evolucionista predice quién se empareja con qué tipo de personas a corto plazo o largo plazo. Pero también predice que el mono que se queda solo, es el primero que se muere. Si no queremos caminar hacia una sociedad de viejos solos, en asilos, solo nos queda volver a aprender el "arte de amar", y ser responsables de nuestras relaciones, cuidarlas y basarlas en el respeto y en el conocimiento. Mientras tanto, otros seguirán haciéndose ricos publicando libros de cómo ligar, cómo no sufrir o abriendo consultas terapéuticas.

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