ESTADO DESEADO

            Hoy es un día ideal para hablar de economía y de finanzas, para reivindicarnos y decir que ya habíamos avisado en este blog. La situación, hoy 10 de abril, la pueden consultar en los siguientes enlaces: http://www.cotizalia.com/noticias/2012/04/10/el-ibex-se-hunde-un-3-hasta-minimos-de-marzo-de-2009-528/ y http://economia.elpais.com/economia/2012/04/10/actualidad/1334042096_068839.html

         En Prossem mantenemos la actitud de fijarnos en las soluciones, no en los problemas. Para nosotros, un problema no es más que la distancia entre la situación actual y la situación deseada. Y este sencillo axioma se aplica en todos los niveles, se llame España o se llame “Perico de los Palotes”.

            El diagnóstico de la situación actual es bien sencillo. El de España pueden verlo aquí: http://www.bde.es/webbde/es/estadis/infoest/indeco.html En el enlace, tienen acceso a todas las estadísticas oficiales. Y asustan. Y la situación deseada es que en España entre dinero fresco. El problema está en que las personas deben mucho dinero, las familias deben mucho dinero, las empresas deben dinero, las administraciones públicas deben dinero y encima, son las mayores morosas del país. Y así, ningún inversor nos presta. Las finanzas, lo repetimos una vez más, siguen el principio que en biología tiene el nombre de “la reina roja”. También se llama juego de suma cero. Para que uno gane, otro pierde. No hay más. Y nuestro problema es que no crecemos, porque nuestra riqueza no se ha financiado con crecimiento, sino con deuda. Lo hemos hecho al revés.

             A nivel personal nos preocupa más. La salud de un país depende de la salud de sus individuos. Y las finanzas personales no mejoran en mucho. Todavía tenemos un porcentaje de personas muy elevado que cree que los pisos son la mejor inversión, que alquilar es tirar el dinero y cosas por el estilo. Pero lo peor, lo que nos encontramos en nuestra experiencia en el día a día, en nuestro trabajo con entidades financieras, es una absoluta falta de objetivos financieros. Ni las personas ni las parejas los tienen. Ni se los plantean.

            Un proceso de asesoramiento financiero empieza con el planteamiento de objetivos, de metas a lograr en la vida e intentar definirlas en términos de dinero. Después, el asesor y el cliente discuten la tolerancia al riesgo, los sesgos mentales, las debilidades del cliente, su protección ante los imprevistos de la vida, las expectativas del mercado y un montón de aspectos más. Bien. Todo eso no vale para nada sin metas iniciales, sin objetivos que guíen el trabajo.

            Expresamos muy bien lo que queremos: una casa en La Finca, un BMW, una bicicleta de carbono para salir los domingos por la mañana, una casa en el pueblo o en la playa, ir al fútbol, estar sanos y que nos traten, además de con educación, con rapidez. Queremos que nuestros hijos vayan a los mejores colegios y cercanos a casa, que hablen español, inglés y si se puede, Alemán. Queremos pasar tiempo con ellos, cuanto más mejor, y con nuestros amigos y tomar unas cervezas. Queremos viajar a la final de la Copa de Europa, a Asia y al Caribe. Queremos el último modelo de teléfono, de ordenador, de videoconsola. El perro también es fundamental. Un Yorkshire mejor que uno mezclado y un Chihuahua mejor que el Yorki, que es más pequeño y fotogénico. Queremos, queremos y queremos.

            Y la verdad. Cada deseo que tenemos, cada capricho, cada necesidad vale dinero. Cuesta dinero.

          En Prossem creemos que la salida de la crisis empieza en nosotros mismos. Primero, cambiando nuestra mentalidad. Ayudamos a las personas a definir sus metas y objetivos. Las que quieran. Después, iniciamos un proceso de planificación. Nosotros no le decimos qué deben comprar y qué no. Ese trabajo lo hacen especialistas en bolsa, seguros, gestores de inversión… y cobran mucho por ello. Nosotros le ayudamos a planificar, a marcarse metas, a crear un estado deseado que nos sirva de faro e ilumine el camino.

            Si no sabemos a donde vamos, nos perderemos. Y si no controlamos nuestras vidas, otros lo harán por nosotros. Como, por desgracia, la amenaza de intervención que cae sobre España.