miércoles, 25 de mayo de 2011

LAS EMOCIONES II: EXALTADOS COMPULSIVOS


En este segundo artículo, vamos a hablar del origen de las emociones. Vamos a hacer un poco de ingeniería inversa.

Antes queremos lanzar una pregunta para aquellas personas que nos lean. ¿Cómo sería una mente sin emociones?.

Entrados en materia, debemos decir que una buena teoría de las emociones debe conjugar dos temas: por un lado la teoría de la computacional (el sustento de la mente es la información, no la energía), y la teoría de la evolución. Cualquier teoría o sistema mental que no pase por el prisma de Darwin aporta nada, o poco.

El problema del cerebro humano es que éste se esfuerza en colocarnos en circunstancias similares a aquellas que permitieron a nuestros antepasados sobrevivir y reproducirse. Al contrario de lo que se piensa, la meta no es la alimentación, reproducirse, enfrentarse o evitar los problemas. Y la clave está en comprender el entorno y garantizar la cooperación de los demás. Para ello, la evolución se inventó las emociones.

Repetimos: La clave de que tengamos emociones es la comprensión del entorno y garantizar la cooperación de los demás. Todas y cada una de las emociones movilizan el cuerpo y la mente para hacer frente a sobrevivir y reproducirse en un nicho cognitivo. Algunos problemas vienen generados por cosas físicas y otros (la mayoría) los plantean las personas.

Vamos a ver algunas emociones:

1.- Emociones que tienen que ver con las cosas.

Activan nuestro mundo emocional varias cosas. Una de ellas es el Hábitat donde vivimos. Nos gustan ciertos paisajes y otros nos generan repugnancia. Además, los estados de ánimo están influidos por lo que nos rodea.

Otro activador es el alimento. La comida genera placer o genera aversión. De hecho, aversión a la comida es un marcador étnico, es decir, definidor de una cultura.

La tercera emoción relacionada con las cosas es el miedo y las fobias. El miedo a serpientes, tormentas, la reclusión, el que dirán y dejar la casa sola. Curiosamente, respondemos, respondemos de diferente manera a cada situación y de forma adecuada. Cuando no es así, aparecen los llamados trastornos de ansiedad. Los principales elementos que calman el miedo son las predictibilidad de los hechos, la presencia de aliados y un sentido de competencia y control.

Otra emoción es la felicidad. Nos sentimos felices cuando tenemos buena salud, percibimos prosperidad, seguridad, estamos informados y dejamos de estar solos y nos sentimos amados. También, nos sentimos felices cuando estamos mejor que nuestros vecinos. El dinero puede comprar felicidad, pero tiene una contrapartida, que es el miedo a la pérdida. Una pérdida genera más insatisfacción que un beneficio de igual tamaño. Las cosas que nos producen felicidad están relacionadas con la procreación y la supervivencia.

La quinta emoción es el autocontrol. Actuamos como si descartáramos irracionalmente el futuro. La mente piensa que ahora es mejor. Y dejamos de ver a largo plazo. Una aplicación conocida de esto son los tipos de interés: Es lo que tienes que pagar por disponer de dinero ahora, o lo que tienes que pedir por no gastártelo ahora y ahorrarlo. Ser racionales para auto controlarnos también tiene problemas. Decidimos dejar de fumar por que al subir las escaleras nos hemos ahogado, pero cinco minutos después, cuando el sufrimiento provocado por la falta de oxigeno desaparece, nos fumamos, no uno, sino dos cigarrillos.

2.- Emociones relacionadas con las personas.

La empatía es la primera de ellas. Sentimos pena por el dolor ajeno y alegría por los logros de otros. Sin embargo, la economía conductual ha demostrado que el pensamiento racional elimina la empatía o la reduce.

El amor es una emoción fuerte, basada en favorecer a otras personas, especialmente a nuestro compañero sexual.

Tanto la empatía, como el amor, se basan en el altruismo recíproco. Yo te ayudo porque tú me ayudas o lo vas a hacer.

No podemos pasar por alto la ira. La ira puede tener un origen disuasorio (evitar que te ataquen), o defensivo (atacar).

Obviamente no hemos tratado todas las posibles emociones humanas. Existen una serie de actividades, relacionadas con las emociones que son importantes. Una de ellas es la comunicación. Comunicar correctamente nuestras emociones es básico a la hora de tener éxito. Por ejemplo, si hacemos una promesa, el receptor de la promesa debe creer que la vamos a cumplir. Si amenazamos a alguien, el sujeto de la amenaza deber saber que la vamos a cumplir y que no nos queda más remedio. Y sobre todo, comunicamos nuestras emociones a través de nuestra cara, nuestras posiciones… nuestro sudor.

Conclusiones.

a.      Todas las emociones comunican algo. Nos dan información sobre nuestro cuerpo, sobre qué hacer. Aprender a interpretarlas es fundamental para ser eficaces.

b.      Las emociones han evolucionado en ambientes diferentes a los actuales. Entender el origen de cada una de ellas es la base para gestionarlas y para comprender el mensaje que nos da.

c.      Comunicar correctamente nuestras emociones es fundamental para mantener nuestras relaciones con los demás.

Desde este punto de vista, sí tiene sentido teorías como la Inteligencia Emocional, la educación, los programas de autocontrol… En el anterior post afirmábamos que no. ¿En qué quedamos?

La semana que viene presentaremos una tercera opinión donde esperamos obtener un poco más de luz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario