miércoles, 5 de septiembre de 2012

INTELIGENCIA EMOCIONAL


            Algunos términos sobrepasan a sus autores o a quienes los hacen famosos. Eso sucedió con el concepto de Inteligencia Emocional. El trabajo de Daniel Goleman, que apareció en 1996 en castellano, se convirtió en un best seller y nos convirtió a todos en expertos emocionales. Sin embargo, si preguntamos a las personas de nuestro alrededor que qué es inteligencia emocional, darán definiciones vagas e imprecisas. Y es un concepto importante, dado que la Inteligencia Emocional como capacidad de procesamiento de la información emocional siendo tan importante como las capacidades cognitivas es la teoría que más investigación ha generado en los últimos años.

         Nosotros trabajamos la inteligencia emocional desde un marco de referencia de habilidades. Es decir, la entendemos como un conjunto integrado de habilidades – capacidades para solucionar problemas específicos – que se compone de:
-        Percepción y expresión emocional.
-        Comprensión emocional.
-        Regulación.
-        Facilitación.

            Para poder incrementar nuestra habilidad para gestionar nuestras emociones, saber qué nos quieren decir, o expresar un enfado en su justa medida, necesitamos vías alternativas. No hay una carretera directa. Es imprescindible aumentar nuestra autoconciencia. Uno no se enfada y dice “Estoy enfadado, pero voy a fruncir el ceño un poco menos y elegiré el tono de voz en fa sostenido mayor”. No. No somos capaces de pensar así. De hecho, la mayoría de nosotros se da cuenta de su enfado cuando ya ha soltado  los improperios necesarios con o sin tono musical. Por tanto, ser conscientes de lo que sucede, nos sucede, aquí y ahora, es fundamental para crecer en habilidades emocionales.

           La psicología ha estudiado los efectos que en la mente produce la práctica de la Atención Plena. Y sabemos que, al centrar la atención sobre las emociones, facilitamos su gestión, es decir, la capacidad de aceptarlas como se presentan, reconocerlas, dejarlas fluir, entender qué nos quieren decir y elegir de qué manera responder.

           La práctica de la Atención Plena no es algo nuevo. Los budistas realizan prácticas de meditación desde antes de Siddharta. En la tradición Cristiana Ortodoxa existe la “Oración de Jesús”, consistente en centrar la atención en la respiración y repetir una jaculatoria en el intervalo entre la inspiración y la espiración. En la Psicología, Erich Fromm en los años 60, buscaba vías de acercamiento entre el Zen y el Psicoanálisis. La práctica de la meditación influye en la actividad mental, dado que mejora el consumo de recursos cognitivos, aumenta la densidad de neuronas en el hipocampo así como en la zona insular – que son dos zonas importantísimas para la memoria y las emociones – y fortalece las áreas del cerebro que facilitan la empatía y la compasión. Así mismo, la revista Journal of Neuroscience en Abril de 2011 publicó un experimento de Fadel Zedian en el que demuestra que la meditación es un calmante natural ya que alivia la experiencia subjetiva del dolor.

            Y, ¿en qué consiste? Sencillamente en utilizar el entrenamiento en Atención Plena para desarrollar habilidades de Inteligencia Emocional. Ya se aplica la meditación al control del estrés e incluso a casos de depresión. Sin embargo, los tratamientos basados en ésta, tiene una dificultad: se debe ser muy persistente para que produzcan los efectos deseados. Para evitar esta dificultad, nuestro programa se basa en el concepto de “experiencia emocional correctiva” que hemos tomado del la terapia estratégica. Es decir, aprendemos a meditar, observamos – con Atención Plena - una habilidad, por ejemplo, percibir emociones en los demás y por último, lo aplicamos a una experiencia de nuestra vida. Así logramos darle un nuevo significado, un nuevo valor y nos garantizamos el aprendizaje.

           Las personas a las que nos queremos dirigir con este taller es a aquellas que sientan que cuando se enfadan pierden el control, a quienes les es difícil comunicar sus sentimientos o les parece imposible defender sus derechos ante otras personas, o si sufren porque tu cabeza no para de pensar y pensar. También va dirigido a aquellas personas para las que la ansiedad es una constante en su vida. Prossem publicará próximamente toda la información en su web.

          Hemos puesto lo mejor de nosotros mismos para ofrecerles este trabajo. Muchas horas de estudio de trabajos experimentales, muchas horas de práctica y medición constante de resultados para saber que ofrecemos calidad, que ponemos en sus manos unas herramientas que mejoran su vida, y por tanto, nuestro mundo. Porque no nos olvidamos que lo importante, es crear un mundo en el que todos queramos estar.

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