jueves, 20 de septiembre de 2012

COACHING PARA CRECER


            En este blog ya hemos escrito sobre la importancia de las decisiones que tomamos y cómo una decisión que tomamos hoy, influye en los problemas a los que nos enfrentaremos mañana. Es lo que el psicólogo Dan Ariely ha llamado autorréplica. Nuestro comportamiento pasado nos sirve de guía para el comportamiento futuro, o el recuerdo de anteriores comportamientos nos hace ser coherentes con éstos. Aunque sean irracionales.

            La autorréplica es un fenómeno observable en la adquisición de habilidades. Leemos aquello que cae en nuestras manos, nos matriculamos en cursos – si es posible on line –, buscamos información en Internet y hablamos de las cuestiones que nos interesan con las personas cercanas. Con la Inteligencia Emocional sucede lo mismo. Leemos, nos apuntamos a cursos, hablamos de ella. Y como ya hemos comentado, luego no nos queda nada, porque aprender habilidades es hacer cosas, manipular cosas. Aprender Inteligencia Emocional es observar nuestras emociones, ponerles nombre, saber comunicarlas, comprender las emociones de los demás y, en base a ese conocimiento, actuar obteniendo resultados favorables para nosotros.

            Para desarrollar estas habilidades podemos acudir a un programa de formación o podemos seguir un proceso de Coaching. Pero, ¿qué es Coaching? ¿Una moda nueva? ¿Qué tiene el Coaching para que se ofrezca en todos los sectores: directivos, trabajadores de oficinas, deportistas, parados, amas de casa…?

            Si seguimos la definición que da el U.S Departamento of Labor de Coach, éste es aquel que dirige o instruye equipos o individuos, evalúa sus fortalezas y debilidades, utiliza técnicas y métodos demostrativos para mejorar el rendimiento o preparar la competición. El punto importante en esta definición, obviamente enfocada al deporte, es mejorar la técnica. Todo proceso de Coaching está enfocado a lograr unos objetivos de forma más rápida y eficaz que si no lo hiciésemos con dicho proceso. Un Coach es un entrenador mental, nos demuestra cómo usar nuestra mente para mejorar nuestras vidas.

            Un Coach puede ayudarnos a desarrollar habilidades de Inteligencia Emocional. Centrando la atención en nuestros procesos emocionales. Las emociones son mensajes que el cuerpo nos manda. Debemos conocer esos mensajes para evitar enfermedades o problemas. La mera atención sobre nuestras emociones no es suficiente. De hecho, en algunas ocasiones, centrar la atención sobre las emociones puede ser incluso perjudicial. Imagínense una persona con un ataque de pánico, que cree que le va a dar un infarto, si se centra en los síntomas que se presentan: se acelera el pulso, el pecho le duele, la sudoración es mayor de lo normal… o personas con tendencia a pensar de forma rumiante, dándole veinticinco vueltas a todo… No. El Coach te muestra cómo centrarte en tus emociones, qué información sacar de ellas y ya está. Una vez que sabemos qué nos dice una emoción, ésta ha cumplido su cometido. Ya no vale para nada y nosotros a otra cosa.

            Un Coach también te guía en la expresión de tus emociones. ¿Han estado alguna vez con una persona colérica? Se enfadan y no tienen límite en su conducta. Gritan, tienen un tono de voz desagradable, sus frases son cortantes y directas. A veces logran lo que quieren pero a un precio muy alto. Las personas se cansan de ellos. El Coach pone a su disposición herramientas para decir lo que pensamos, aunque estemos enfadados, sin necesidad de parecer unos energúmenos. También nos capacita para tratar con estas personas coléricas. O con personas calmadas, con negociadores duros…

            Pero sobre todo, nos aporta técnicas, formas de manejar las emociones a nuestro favor. Que no nos gane una tristeza, o un enfado. Nos guía para ser capaces de tener la mente clara, fija en una meta que sabemos nos generará la mayor de las emociones: la de las cosas bien hechas, la satisfacción por el logro y por la mejora continua.

            El Coaching no es una moda más. Es una herramienta útil que nos facilita la vida, que nos aporta calidad. Es la diferencia que crea la diferencia. Incluso el propio Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid ha creado la certificación de “Psicólogo experto en Coaching”.

            En el mundo del deporte, el Coaching ya ha demostrado su eficacia. En el de la empresa, sus índices de rentabilidad son superiores a los de cualquier programa de cambio o de formación. No nos cabe ninguna duda que en el mundo de las personas de a pie, como nosotros, también será un éxito.

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