miércoles, 9 de mayo de 2012

DE NUEVO, LA ECONOMÍA


           Desde el inicio de nuestras publicaciones, cada semana que las noticias económicas  se han  conjurado para amargarnos la vida, hemos dicho que la situación es un problema de todos, y que entre todos debemos solucionarlo.

             Bankia es el claro ejemplo de las hipótesis que hemos defendido. De arriba a abajo, es una entidad dañada.

            El Consejo de Administración, formado por políticos y no por profesionales, con remuneraciones escandalosas. Con una crisis abierta por los políticos para mantener sus cuotas de poder en Caja Madrid antes de la fusión con el resto de cajas. De los tres primeros ejecutivos, sólo Francisco Verdú (otro MBA) tenía experiencia en banca. Miras las breves reseñas profesionales de los consejeros y son todos graduados en Harvard o Chicago. Debe ser que no les enseñaban que los préstamos se dan para recuperarlos ganando dinero. La Dirección de Riesgos que autorizó financiaciones al 100% con avalistas (algunos de ellos ya titulares de préstamos o avalistas de otras operaciones). La Red Comercial, que colocó miles de acciones sin hacer caso a la normativa Mifid. A los accionistas que lo son por obtener algunas décimas más de remuneración por sus plazos fijos. Al gobierno anterior, por aceptar su fusión con entidades tan dañadas como ella. Al gobierno actual, por actuar tarde y mal. Los intermediarios financieros, que buscaron sólo su comisión encareciendo los préstamos y engrandando el nominal de éstos. Los 10 millones de clientes de Bankia, que no se han preocupado de su dinero, solo de migajas como evitar comisiones de mantenimiento y administración, la cercanía de la sucursal o es que es el banco (o la caja) de toda la vida. A los periodistas que hace un año, vendían que las acciones de Bankia eran una gran inversión.

           No se trata de repartir responsabilidades. Se trata de cambiar. De aprender. El problema de las Sociedades Anónimas es ese, Que son anónimas. Unos pocos gestionan el dinero de unos muchos que, además, no pueden influ8ir en sus decisiones ni en el mantenimiento de sus cargos. Y si el dinero es público, peor. ¿Se han dado cuenta que, hasta ahora, sólo han caído cajas? Bueno, también Banco Valencia, propiedad de Bancaja. ¿Es usted cliente de alguna de ellas? ¿Qué le mantiene allí?

            Siempre nos han extrañado ciertas conductas. Que un banco te regale una tele o un ordenador, debería mosquearnos. Tendríamos que sacar nuestro dinero e irnos a otro lado. Su negocio no son los regalos. Pero caemos en el sesgo mental de “lo gratis”.  Cuando ustedes han ido al supermercado a por un objeto en concreto, ¿Se han marchado sólo con ese objeto? ¿No? Con los bancos, lo mismo.

            Esta crisis está siguiendo el camino que el estrés, como fenómeno biológico, sigue. Empezamos con el miedo, con la incertidumbre por nuestros puestos de trabajo, por nuestros ahorros. Después viene la rabia, el sentimiento de incapacidad para cambiar las cosas. Y por último, el desgaste (es la mejor traducción de “stress” al castellano), el cansancio. Lo malo, es que el cuerpo humano, cuando llega a la fase de desgaste, produce errores: enfermedades de la piel, del aparato digestivo, del sistema cardiovascular. ¿Pasará lo mismo en la sociedad? ¿Cómo se expresará ese desgaste en grupos y no en individuos?

           La solución pasa por todos. Por aprender. Por modificar nuestro comportamiento. Por ser capaces de superar nuestras creencias y darnos cuenta que las soluciones del pasado no valen para nada. Nosotros ofrecemos formación en gestión financiera individual. Para todo el mundo, sin complicaciones, porque queremos que las personas tomen el control sobre sus finanzas y no que estas les controlen a ellos. Y nos gustaría realizar dos o tres ediciones al año. Pero aún cuestionan nuestro trabajo “porque el director de toda la vida dice que…”

           Sólo deseamos que Bankia sea un susto más... Mientras tanto, Prossem seguirá a su lado.

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