miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL CURRICULUM

            Muchos de nosotros hemos tenido que escribir nuestra “hoja laboral”, nuestro curriculum vitae o un documento para indicar lo buenos que hemos sido y la de cosas que hemos hecho y sabemos hacer. En esa hoja en blanco vertemos nuestros estudios oficiales, nuestra experiencia laboral, aquella formación no reglada a la que hemos dedicado tiempo, esfuerzo y dinero, idiomas, informática… Escribimos los premios recibidos, las publicaciones y todo aquello que pueda dar una imagen de experiencia, profesionalidad y eficacia.

            Nuestra educación se basa en conocimientos estandarizados, en matemática, física, química, algo de biología y medio ambiente, lengua, historia, literatura… A partir de cierta edad, optamos por las “ciencias” o por las “letras”. En la universidad, elegimos una carrera y, con más o menos éxito, la finalizamos y después, nos especializamos con un Master, algunos con un doctorado y poco más.

            Sin embargo, estos planes de estudio no nos preparan para la vida. De hecho, durante años ha estado de moda un Master of Business Administration.  Sin desmerecer estos programas, algunos de ellos tan caros y elitistas que a los que los cursan los podemos considerar la nueva nobleza, no nos damos cuenta que hemos formado máquinas, no personas. En 2007 empezó la crisis económica en la que ahora estamos instalados. Y parece que hemos olvidado el origen de ésta. Algunos bancos de inversión, que eran modelo de negocio, vendían los derechos de cobro sobre las hipotecas y préstamos sin estudiar la calidad de éstos, que servían de garantía o subyacente. Y de repente, no se cobraban las cuotas de las hipotecas, los inversores no ganaban dinero, los bancos tampoco y Lehman Brothers desapareció. Sin desmerecer los MBA, ¿Saben qué habían estudiado los lumbreras que inventaron esto? Sin acritud hacia las escuelas de negocio, ¿saben en qué consiste un programa MBA? En lo mismo que estudia un chaval en un grado de Ciencias Empresariales. ¿Saben por qué pagan a una escuela de negocios? Por las empresas que colaboran con ellas, por la red de contactos, por un falso prestigio. Y así nos ha ido y, lo que es peor, nos va.

            No se nos olvida una cuestión más: el discurso empresarial. Las empresas nos venden autonomía, desarrollo profesional, responsabilidad social corporativa, ética y profesionalidad. Y en realidad te marcan los objetivos que tienes que lograr, cómo cuándo y con quién has de hacerlo, te indican qué formación debes adquirir, qué competencias deber desarrollar (el término competencias da para otro escrito) la única ética que cuenta es la del mando intermedio de turno y la profesionalidad depende de los bonus que se han cobrado o no.

            La ciencia, que Antonio Damasio defiende que debe impregnar nuestro sistema educativo y político, propone otro plan formativo. Eduard Punset lo repite varias veces en su libro “Excusas para no pensar”.Veámoslo:

  • Comprender cómo las emociones y los sentimientos influyen en nuestro comportamiento.
  • Identificar las emociones de los demás para comprenderlos y ponernos en su lugar.
  • Gestionar las emociones básicas y universales.
  • Diseñar, ejecutar y evaluar soluciones responsables a los problemas.

  • Resolver conflictos y mantener relaciones sosegadas con los demás.

            En Prossem estamos de acuerdo. Por ello, tenemos una serie de cursos que ofrecemos al público general y a las empresas.

ü  “Gestión de Estrés”: El estrés es la enfermedad moderna más importante. Sabemos que reduce en tamaño de nuestro hipotálamo, lo que daña el sistema de toma de decisiones y evaluación emocional del cerebro. Mantenido en el tiempo puede generar úlceras o arteroesclerosis, un infarto o problemas psíquicos como la depresión. El programa de Prossem nos ayuda a reconocer sus efectos, a ver cómo influye en nuestro comportamiento y  a desarrollar capacidades de afrontamiento. Incluye una introducción al Mindfulness. Los estudios demuestran que la meditación diaria durante dos semanas, de unos 30 minutos diarios, genera mayor capacidad de concentración, mejora los niveles de empatía y mejora la calidad de vida. Nuestra calidad de vida depende de dónde ponemos nuestra atención.

ü  “Control de las Emociones”: Como hemos dicho, en nuestro curriculum educativo se estudian matemáticas, lengua, física… pero no nos enseñan a trabajar nuestras emociones. Hoy sabemos que las emociones no son un producto cultural y que tienen consecuencias en nuestro cuerpo. Para bien o para mal, pueden dañar nuestro cuerpo o mejorar nuestro sistema inmunológico. Conocerlas, saber cómo funcionan y dominar la expresión emocional nos permite mejorar nuestras relaciones con los demás y con uno mismo. 

ü  “Practitioner en PNL”: Es un curso largo, de 110 horas. Sin embargo, el Practitioner en PNL de Prossem dota de herramientas fundamentales para el desarrollo de habilidades sociales, la empatía, la gestión de las emociones y la comunicación interpersonal.

ü  “Entiéndete con las finanzas”: Nuestra situación financiera puede ser un motivo de preocupación demasiado importante. Debemos ahorrar para nuestro futuro, en el que una vez jubilados, vamos a perder capacidad adquisitiva. Debemos analizar nuestra situación actual y qué queremos lograr. Olvidarnos de las finanzas personales puede acarrearnos consecuencias aversivas diferidas. Este curso es útil tanto para aquellos que quieran aprender a ahorrar, como para aquellas personas que quieran realizar una inversión, como comprarse una casa o participar en un negocio.  

ü  “Nutrición y Ejercicio: equilibrio para el cuerpo y la mente”: A nuestro cerebro le gusta el movimiento. Sin él, envejecemos más rápido y en peores condiciones. Nuestra alimentación es, también, fundamental. De la mano de un experto en Nutrición y Educación Física, Prossem les ofrece la posibilidad de conocer qué hay que comer y cómo debemos planificar nuestro ejercicio físico. El objetivo es que el estilo sedentario que vivimos hoy, no nos haga viejos antes de tiempo.

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