jueves, 9 de junio de 2011

PROSSEM SE HACE ECO

          Prossem considera el deporte como una herramienta fundamental para la educación, entendida como el esfuerzo, el sacrificio y la voluntad inteligente dirigidas a consecución de metas, pretendemos recalcar la importancia que el deporte tiene para la vida del ser humano y en especial la importancia que tiene iniciar al niño en el momento correcto y de la forma adecuada.
El "mens sana in corpore sano" máxima del poeta romano Juvenal fue utilizado como lema de esta aspiración a la formación integral del hombre. Todavía sigue siendo válida. Una sociedad sana es aquella en la que la oferta deportiva es amplia, asequible y variada. Eso es lo que pretende toda sociedad actual con la inclusión de la educación física en la escuela. A eso aspiran todas las familias que hoy día envían a sus hijos al aprendizaje y práctica de distintos deportes con el fin (de entrada) de que aprendan técnicas y reglas, incorporen en su bagaje las estrategias sociales que les permita una mejor socialización e integración en su entorno.
El deporte es mucho más que la simple actividad física y, si se enseña de una forma apropiada y acorde a los intereses de un niño, puede convertirse en un hábito muy favorable para él.
Los beneficios del deporte en la salud de los niños pueden ser múltiples:
Beneficios físicos del deporte:
  • Aumenta la resistencia cardiovascular: previene la aparición de enfermedades cardiovasculares.
  • Mejora la resistencia y la fuerza muscular: previene las lesiones musculares.
  • Aumenta la flexibilidad: nuestro hijo será más ágil, más rápido y tendrá menor riesgo de torceduras.
  • Potencia el conocimiento del propio cuerpo.
  • Ayuda a desarrollar mejor y más rápidamente las capacidades de coordinación.
  • Aporta el control de un alto nivel de movimientos básicos que permitirán en el futuro realizar de forma óptima el trabajo técnico deportivo.
Beneficios psíquicos del deporte:
  • Ayuda a ganar seguridad en sí mismo, ya que el hecho de ir superando retos anteriores, hace que nuestro hijo se sienta capaz de afrontar otros de mayor dificultad.
  • Contribuye a aumentar la autoestima, ya que nuestro hijo "se gusta a sí mismo" al ver que es capaz de hacer bien, diferentes tipos de movimientos y ejercicios.
  • Favorece la autonomía, ya que nuestro hijo se da cuenta de que es capaz de dominar su cuerpo en el entorno (espacio, colchonetas, obstáculos, saltos, etc.). Ello le hace consciente de que tiene gran capacidad para actuar de forma independiente.
  • Su mejora hace que se sienta valorado por los demás: sus compañeros le llaman para participar en sus juegos, sus profesores le felicitan y sus padres también.
  • Le ayuda a sentirse valiente en diferentes situaciones, tanto físicas como sociales, y eso le da seguridad.
  • Se siente más independiente, capaz de decidir por él mismo cuándo y cómo debe actuar o dejar de hacerlo.
Todos los niños se mueven mejor o peor, con más soltura o menos pero existe la idea generalizada de que si se favorece la actividad física en edades tempranas, el niño conseguirá moverse con más soltura, caminar con más gracia, correr más rápido y saltar más alto.
En la etapa de educación infantil, en concreto de 3 a 6 años, el niño está en la edad del juego y de la gimnasia de imitación. El cuerpo está por formar. En este momento se debe atender a una práctica física que debe:
  • Poner énfasis en adquirir soltura, agilidad, equilibrio, fuerza, etc.
  • Evitar la competitividad y potenciar el compañerismo y la lealtad hacia todos los miembros del grupo
  • Inculcar desde el principio que lo importante es practicar un deporte, no ser un campeón
  • Divertir
Considerando que el niño es un imitador nato, los padres no deben olvidar que la práctica de hábitos saludables es una de las mejores aportaciones que pueden ofrecer a los hijos (cabe recordar los beneficios citados), los efectos negativos del sedentarismo son notorios y conocidos. Los padres deben dar alternativas para conseguir una vida relacionada lo más posible con el deporte.
Los profesionales del mundo de la educación y del deporte coinciden que el inicio de la educación primaria es un buen momento para empezar a practicar algún deporte ya que más tarde aparecen claramente deficiencias en la realización de diversas destrezas y habilidades que se consideran básicas. Esta práctica se materializa entre los 8 y 10 años donde empieza a destacar aquel niño que desde edades tempranas ha recibido enseñanzas de cómo rentabilizar más su cuerpo en relación con el movimiento.
No se trata de que los 8 años sea una edad tardía para empezar a entrenar a un niño, ni que los niños deban comenzar a practicar el deporte cuando son pequeños. Estamos hablando de que se aconseja comenzar a desarrollar en el niño su movimiento, coordinación y psicomotricidad cuanto antes, porque cuanto antes lo hagan, más fácilmente aprenderán y más rápidamente dominarán los movimientos básicos para aprender los deportes más complejos.
Por otro lado, los enemigos del deporte los podemos ver hoy día en gran cantidad de motivos que limitan el desarrollo psicomotriz de los hijos, tales como la drástica reducción del tiempo libre, la reducción progresiva de los espacios libres a los que tienen acceso los niños, la desaparición de la autolocomoción (debido a las distancias, a las "prisas"), la sobreprotección de los hijos por parte de sus padres, los juegos y diversiones "estáticas", etc.
La iniciación deportiva es un proceso en el que el individuo empieza a aprender la práctica de uno o varios deportes y a dominar y comprender sus reglas. Este proceso de conocimiento progresivo de una o varias prácticas deportivas aumenta el dominio de las habilidades y destrezas personales. La iniciación deportiva sirve, entre otras cosas, para trabajar conceptos básicos en la formación de la personalidad, como la importancia de la integración en el deporte en equipo y la lucha en común por conseguir objetivos en grupo y para el grupo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario